Querer embarcarse en el mundo del enoturismo y no venir a la tierra por excelencia de su cultivo, cuyo nombre comparte con uno de los vinos más reconocidos a nivel mundial, se podría considerar casi pecado para todos los amantes de esta bebida.

La Rioja es un lugar de culto al vino, bien sea por su producción vinícola como por la cantidad de bodegas y actividades enoturísticas que en ella se pueden hacer.

Adelantándonos a tus intenciones y sabiendo que la prioridad número uno si vas de visita a la provincia riojana es satisfacer el paladar con un buen vino, queremos seducirte con todas las actividades enfocadas a esta bebida universal que puedes hacer casi en cualquier rincón de la provincia riojana y darte así otra razón de peso para planear una escapada de las que te gustan.

Antes de hablar de todo lo que puedes aprender de enoturismo en esta tierra de tradición y contrastes, queremos que seas consciente de la preciosidad y encanto que reúne La Rioja. Sus pueblos abarcan alguna de las mejores bodegas del país (nos atrevemos a decir que incluso del mundo) pero también encontramos en ellos preciosos lugares de ensueño que hacen de esta escapada una experiencia inolvidable.

No es de extrañar que La rioja se encuentre como referente entre los adeptos a este tipo turismo cada vez más de moda y es que ha logrado seducir no solo a los amantes del vino, sino a todo tipo de público integrando mil maneras de acercarse al vino.

¿Qué podemos hacer si queremos adentrarnos en esta experiencia empapada en cultura y gastronomía? La lista de planes enoturísticos es interminable, tan solo tienes que elegir la que más se adapte a tu escapada de ocio y, por supuesto, con quién vayas a realizarlo.

¿Qué experiencias enoturísticas puedo vivir en La Rioja?

- Curso de cata de vinos. No te preocupes si no eres un experto enólogo, no hace falta tener un gusto refinado o un paladar entrenado para disfrutar de los placeres del vino. De la mano de un catador experto conseguirás extender tus sentidos y descubrir matices sorprendentes en cada sorbo.

- Cata con maridaje. Sin duda la fiel pareja de una copa de vino es la gastronomía. La comprensión y el equilibrio de sabores es algo que aprenderás y mejorarás en la provincia del vino por excelencia. Aprende cómo organizar una cata de vinos y sus tipos de maridaje aprendiendo de los mejores enólogos.

- Visita guiada a las bodegas. Una experiencia sin duda elegante y dinámica. Conocer a las familias con años de tradición y producción que están detrás del proceso de elaboración del vino es conocer La Rioja hasta sus entrañas. Disfruta la cultura riojana visitando tantas bodegas como el tiempo que vayas a estar aquí te permita. Cada una te sorprenderá por sus características a la hora de producir el vino, pero todas ellas con la característica de que la tradición sigue jugando un papel fundamental.

- Paseo por los viñedos. De una belleza paisajística impresionante, es imposible no hablar de los viñedos riojanos. Un paseo además de didáctico, capaz de transportarte a una época lejana. A lo largo del recorrido te explicarán los diferentes tipos de uva y su recolección, para que al final de esta experiencia seas capaz de comprender mucho mejor la labor del agricultor y vinicultor.

Describir las mil actividades que podemos hacer recorriendo La Rioja mientras aprendemos divirtiéndonos sobre el vino es un plan apasionante, pero jamás olvidando la rica gastronomía que, estando en La Rioja no puedes pasar por alto. Compagina tu plan de enoturismo con una rica comilona poniendo en práctica lo aprendiendo durante la cata de vinos para un maridaje perfecto y dando rienda suelta a tus sentidos.

Existen muchas leyes "no escritas" sobre el vino pero sin duda alguna, la primera es que el vino se comparte. Por ello La Rioja presenta la escapada perfecta para disfrutar de una buena conversación entre cata y cata con tu familia, invertir tiempo de calidad con tu pareja en una romántica escapada descubriendo una bodega, o bien reunir a un grupo de amigos y disfrutar de un menú riojano en un auténtico viñedo del norte. Lo que está claro es que el enoturismo conseguirá atraparte, no solo por sus diferentes maneras de disfrutarlo, sino porque promete crear auténticas experiencias con tus más allegados.

Cada comarca que reúne La Rioja, aparte de cobijar algunas de las bodegas más famosas del país, resaltan por su encanto de cuento. Sea cual sea el rumbo que hayas elegido dentro de la provincia, será una apuesta segura para deleitarte con los más bellos entornos.

Para ya rematar esta experiencia pasea por el Pueblo de San Asensio más conocido como “la cuna del vino clarete” o descubre en Logroño el pintoresco pueblo de Fuenmayor, donde las bodegas mantienen el carácter riojano intacto.

Incluso si el inquieto enoturista aparte de ser un apasionado del vino es asiduo al Camino de Santiago, debería conocer Navarrete. Esta localidad está dispuesta en el valle del Ebro y es un punto clave de peregrinación. Conocer en una agradable caminata su casco antiguo le dará el toque perfecto a tu escapada pintada de tinto.

Hagas lo que hagas en La Rioja, el vino va a estar presente, por lo que no te lo pienses y organiza tu plan de la mejor manera para empaparte de su cultura, literalmente.