Los jueces del salto de esquí valoran el movimiento del saltador, el tránsito del comienzo del vuelo hasta el paso del límite de caída sobre la pista de despeje (pista de aterrizaje del saltador), la precisión y seguridad, así como la dinámica y armonía en la ejecución del movimiento.

Por otro lado, el saltador debe conseguir la mayor longitud posible sin perjudicar el estilo. En muchas ocasiones, el competidor prefiere sumar puntos en la longitud del salto en detrimento de la puntuación de estilo. Suelen intentar conseguir unos metros más y para ello renuncian a un gesto correcto en la recepción, es decir, prescinden de la técnica de telemark en el momento de apoyar los esquís sobre la nieve.

Coge buen impulso y salta


Para entender esta disciplina técnica, es necesario analizar el movimiento del saltador y, para ello, vamos a descomponer el salto en cinco fases: salida, despegue, vuelo, aterrizaje y frenado. A continuación, describiremos cada una de las fases.

La salida

El esquiador gana la mayor velocidad posible, adoptando una posición aerodinámica. Los esquís se deslizan paralelos sobre una huella perfectamente trazada sobre la rampa del trampolín; las piernas están flexionadas, el tronco flexionado sobre los muslos y los brazos hacia atrás. De esta forma, el saltador llega a conseguir una velocidad de más de 100 km/h cuando sale del trampolín.

El despegue

Es el momento más importante del salto, ya que la correcta sincronización al salir del trampolín es lo que determina la longitud del mismo. Se produce una extensión rápida de las piernas y una proyección del cuerpo hacia delante, que asegura una buena posición durante el vuelo.

El vuelo

El saltador trata de planear, inclinando el cuerpo sobre los esquís, mediante un control absoluto de sus movimientos. Los esquís se sitúan en una posición en uve, con las espátulas ligeramente elevadas. Esta técnica, relativamente nueva, hizo su aparición hace poco más de seis años.

Con anterioridad, los esquís iban paralelos y juntos; sin embargo, ha quedado demostrado que la primera posición es la que permite llegar más lejos y hoy en día es la consolidada. Los brazos van al lado del cuerpo y son los que equilibran al saltador durante el vuelo, con su movimiento y con el de las manos. Según se desarrolla la fase del vuelo, el saltador se va incorporando, hasta llegar al momento del aterrizaje.

Casi todo el mundo puede hacerlo


El aterrizaje

El golpe del aterrizaje debe ser absorbido suavemente, con los esquís paralelos y mediante la técnica de telemark. Al llegar al suelo, se adelanta un esquí sobre el otro y se flexionan las piernas para absorber el impacto. Los brazos se mantienen abiertos equilibrando el movimiento.

El frenado

Una vez finalizado el aterrizaje, comienza la fase de frenado, en la que el esquiador debe levantarse y frenar sin perder el equilibrio.Tiene que mantener una trayectoria recta y, para ello, realiza el frenado mediante la cuña, hasta sobrepasar el límite de caída sobre la pista de despeje (marcada con una línea azul). Hasta ese momento, el saltador no debe caerse. Si esto sucede, la nota otorgada por los jueces disminuye bastante.

Pasado ese límite, frenará mediante el derrapaje, manteniendo los esquís paralelos. En algunos trampolines de la Copa del Mundo, una vez pasado el límite de la zona de despeje, una fuerte rampa permite frenar sin necesidad del derrapaje.

Los jueces analizan cada una de estas fases y dan la nota correspondiente.