En la imaginación de muchas personas solamente existe un tipo de tiburón: una gran especie con centenares de kilos, de color oscuro y con una boca tenebrosa con afiladísimos dientes capaces de destrozar a una persona de una sola dentellada. Por no olvidar su característica estrella… Su gran aleta dorsal que rasga la superficie del mar.

Esta puede ser una imagen siniestramente veraz en algunos casos, pero no se puede aplicar a la mayoría de especies existentes.


El tiburón no es tan peligroso

Muchas especies, muchos comportamientos


¡Sus modos de visa pueden ser tan distintos como su aspecto! Los hay que viven cerca de la superficie y su forma es la de una potente y perfecta máquina de navegar, con un colorido perfectamente diseñado; azulado en el dorso y blancuzco en el vientre, lo que les permite pasar totalmente inadvertidos para un observador situado tanto por encima como por debajo de él.

Otros, por el contrario, pasan toda su vida en contacto con el fondo y adoptan una forma aplanada, adornada con complejos dibujos, a veces con auténtica apariencia de alfombra, para mimetizarse perfectamente con su entorno.

Unos viven en aguas tropicales, otros en zonas templadas e incluso algunos en zonas polares. Hay especies que se han habituado al mar abierto, muchas a las zonas costeras y algunas que se han aclimatado a las aguas dulces de ríos lagos, como el tiburón del Lago Nicaragua.

Algunos sobrepasan los doce metros de longitud y son totalmente inofensivos y tranquilos y, otros, en su estado adulto, no llegan a alcanzar los cincuenta centímetros. Pero a pesar de tanta diferencia entre ellos, su número de especies es relativamente pequeño, tan solo trescientas, si lo comparamos con las veinte mil de peces existentes.

Viaja a las profundidades

Dónde encontrarlos

El turismo activo te permite ver tiburones en libertad. Aunque debes tener en cuenta que no es nada fácil, sobre todo si no es provocando el encuentro.

Si queremos bucear con tiburones, debemos elegir bien la zona para tener un mínimo de seguridad de hallarlos. Hay muchos lugares donde una de las principales atracciones del buceo es la facilidad de poder contemplar escualos de cerca. Este es el caso de Bahamas o Polinesia, donde se monta un verdadero show alimentando a estos animales, que acuden en gran número atraídos por el cebo. 

Otra alternativa más auténtica es llegar a lugares remotos donde la abundancia de escualos es todavía grande y no han sido desalojados por un turismo masivo. Es el caso de lugares como Galápagos, isla de Cocos, Malpelo o Revillagigedo. En sus exuberantes aguas siempre estarán omnipresentes las siluetas de estos fantásticos cazadores, por ello se han convertido en lugares míticos para la práctica del buceo.

Y nos queda la alternativa más interesante, pero sin duda la más costosa y complicada: poder llegar a lugares totalmente alejados de las rutas de submarinismo convencionales. En casi todos los mares y océanos del mundo quedan zonas maravillosas y salvajes donde la vida marina se mantiene todavía intacta. ¡Sumergirnos en estos lugares es donde de verdad comienza la aventura submarina!


Bucea con tiburones

Consejos para bucear con tiburones

Aunque se trate de especies de las llamadas “inofensivas para el hombre”, nunca debemos tratar de tocarles, molestarles o interponernos en su camino. Un tranquilo tiburón nodriza tiene unas mandíbulas y la fuerza suficiente para causarnos un serio problema.

Algunas especies tranquilas durante el día se convierten durante la noche en animales nerviosos y agresivos. Es mejor no bucear de noche si sabemos que en la zona abundan los tiburones.

Cuando observemos tiburones, trataremos de tener siempre la espalda protegida por la orografía del fondo. Si esto ocurre en aguas libres,  nuestro compañero deberá tener la misión de protegernos la espalda, colocándonos ambos buceadores espalda contra espalda. Es fundamental no perder de vista al tiburón y que se sienta observado.

Es preferible no bucear en aguas muy turbias donde exista abundancia de escualos. Bucear entre escualos cuando hay restos de cebos en el agua es peligroso, ya que su comportamiento se hace imprevisible. En estas aguas es aconsejable conocer las especies potencialmente peligrosas que podemos encontrarnos. Cualquier animal que supere los dos metros de longitud deberá ser considerado potencialmente peligroso (esto vale para muchas otras especies marinas).

Hay especies que en vez de huir al vernos, como ocurre normalmente, se muestran curiosas y pueden llegar a aproximarse más de lo deseado. Intentaremos mantener la calma, no realizar movimientos violentos y nadar lentamente sin perderlos de vista hasta la embarcación o la costa. Observaremos la fisonomía de los escualos que se nos acerquen. Su comportamiento agresivo está ligado a formas nerviosas de nadar y a movimientos convulsivos de su cuerpo.

En aguas llenas de tiburones permanece en la superficie el menor tiempo posible, trata de descender y ascender con celeridad.

No es tan fácil encontrarlos

El rey de los mares: el gran blanco

Otra experiencia que merece la pena vivir alguna vez, si nos apasiona el mundo de los tiburones, es estar frente a uno de los animales más poderosos que existen en el mar, el tiburón blanco. Dos son los lugares donde se realizan expediciones para contemplar a estos escualos, el sur de Australia y Sudáfrica.

En la primera zona, aunque el clima y las aguas sean mejores para el buceo, cada vez resulta más difícil avistar a estos animales por la presión a la que han sido sometidos durante años e incluso actualmente; hoy día son una especie protegida.

En Sudáfrica existe una gran población de tiburones blancos, pero las condiciones climatológicas son muy adversas durante la mayor parte del año. Aguas turbias, frías y medios más espartanos que los utilizados por los australianos, por lo que descender a una de las jaulas de observación no es una tarea fácil ni cómoda incluso para un experto. A pesar de estos inconvenientes, la abundancia de tiburones hace posible el avistamiento de cetáceos cerca de la costa, lo que abarata en gran manera el viaje, ya que no se necesitan grandes medios para montar una expedición.

No tengas miedo de bucear


Y ahora que conoces todos los detalles... ¿Te animas a vivir una aventura como esta en el fondo marino?