
Mountain Bike y ciclismo son actividades brillantes de aventura al aire libre que cautivan a amantes de la aventura y a quienes usan la bicicleta como transporte económico y ecológico. Generalmente, no son extremadamente peligrosas, pero depende del terreno: no es lo mismo rodar por el campo que por senderos montañosos abruptos, igual que circular por un pueblo difiere de pedalear en Londres. Siempre conviene ser precavido, estar atento y vestir adecuadamente para mayor seguridad.
Aparte de caídas o posibles atropellos si circulamos en carretera, estos son los principales riesgos. Con precauciones básicas, el ciclismo es seguro. Para principiantes, aquí van algunos consejos útiles.

Conceptos básicos de la bicicleta
La lesión más común (en principiantes y ciclistas avanzados) es en el perineo por rozadura con el sillín. Para evitarlo, el sillín no debe ser demasiado ancho (menos crítico en mujeres). La ropa de ciclista debe tener refuerzo en esa zona, y para trayectos largos puede usarse una funda de sillín de silicona.
En rutas largas de Mountain Bike, la postura puede afectar la digestión. Se recomienda esperar 2 horas tras comer antes de pedalear.

En cualquier terreno y distancia, usa siempre casco. Aunque algunos lo consideren antiestético o incómodo, es un detalle que puede salvarte la vida o evitar daños irreversibles. Invierte en uno de calidad, resistente y bien certificado.
En cuanto al manillar, sujétalo con firmeza pero sin tensión excesiva. Para evitar ampollas y rozaduras, los guantes acolchados son esenciales.
Otro elemento clave del equipamiento de Mountain Bike es el calzado. Las zapatillas específicas se enganchan a los pedales, mejoran el pedaleo y evitan dolor en el arco plantar.

Buenas prácticas ciclistas
La talla de la bici (sea del tipo que sea) debe adaptarse al ciclista. Ajusta altura del sillín y manillar según tu anatomía para evitar lesiones en espalda, rodillas, brazos o cuello. El sillín debe permitir una ligera flexión de rodilla cuando el pedal está abajo.
Por último, normas para circular en tráfico. La bicicleta es un vehículo más: respeta señales, circula en el mismo sentido que los coches y usa señales manuales al girar. Respeta los límites de velocidad, especialmente en zonas escolares.