QUÉ ES UN SEGWAY
El Segway se ha comercializado tanto como PT (Transporte Personal) como HT (Transporte Humano) durante sus más de 20 años de historia. Estas siglas describen su función sin revelar mucho sobre su funcionamiento. Están diseñados para transportar a una persona, que se coloca de pie sobre una plataforma entre dos ruedas grandes, sujetando un manillar unido a un soporte vertical que llega aproximadamente a la altura del ombligo.
Si intentaras construir un Segway casero con un par de ruedas y un palo de escoba, se caería en cuanto subieras. Los modelos reales cuentan con autoequilibrio, gracias a tecnología avanzada que los mantiene erguidos. Sensores de inclinación detectan movimientos y giroscopios miden la velocidad de rotación. Para avanzar, girar o detenerse, el conductor simplemente inclina su peso en la dirección deseada.
LA FUENTE DE ENERGÍA
Para determinar si los Segway son ecológicos, debemos analizar su sistema de propulsión. Los fabricantes destacan que son un medio de transporte de cero emisiones durante su uso. Esto se debe a que son eléctricos, con un motor en cada rueda alimentado por baterías. Aunque estas requieren carga, la electricidad necesaria genera una fracción de los gases de efecto invernadero comparado con un coche funcionando durante el mismo tiempo.
¿UN VEHÍCULO PARA EL FUTURO?
Las experiencias con Segway en Reino Unido suelen realizarse en parques, propiedades privadas y entornos similares. Al no emitir gases, son ideales para estos espacios. Además, su capacidad para terrenos irregulares, su ligereza y perfil bajo minimizan el impacto en el terreno. Tanto su huella física como su huella de carbono son reducidas.
Pero esta no es la razón principal de su uso en zonas no reguladas por el código de circulación. La ley británica prohíbe circular con Segway (y otros transportes personales como patinetes o monociclos eléctricos) en vías públicas.
Aunque podríamos imaginar un sistema de transporte urbano basado en Segway -permitiendo a los ciudadanos dejar el coche en casa y moverse sin contaminar ni congestionar el tráfico-, la legislación actual lo impide. Hoy por hoy, usarlos es una opción ecológica para el ocio, pero no contribuyen a reducir los problemas medioambientales del transporte convencional.
CONCLUSIÓN
Los Segway y dispositivos similares son ingeniosos, con un diseño futurista y divertidos de manejar, además de generar menos emisiones y ocupar menos espacio que vehículos tradicionales. El obstáculo actual es legal. Si crees que son la solución, ¿por qué no inicias una campaña o contactas con tu representante político?
Advertencia: los fabricantes suelen omitir el impacto medioambiental del proceso de producción. Fabricar dispositivos tecnológicos requiere gran cantidad de energía y materiales no siempre sostenibles. Si se legalizara su uso en carretera, deberíamos priorizar el uso compartido, productos de segunda mano e iniciativas de "derecho a reparar" antes que comprar nuevos. Estas sí son prácticas realmente ecológicas.
