Os sugerimos hacer skydiving alguna vez en la vida, bucear en un mar de nubes como reza su denominación anglosajona. Tanto Évora como Lisboa son lugares que merece la pena visitar pero es que, curiosamente, la región del Alentejo es un sitio por descubrir. Una de las mejores formas de explorar toda la superficie que abarca es por medio de este deporte de riesgo.

Además, el único centro que proporciona esta actividad dispone de ejercicios desde diferentes alturas, lo cual no es muy habitual, y, de igual modo, no es usual tropezar con saltos tan elevados como el de 5000 metros. Otra ventaja inherente a esta disciplina es que todos los trayectos están filmados con cámara, teniendo la opción de contratarlo o no.

Aparte, son ideales para principiantes, por lo que no es descabellado llamar a un amigo, familiar o pareja y acudir al recinto con rapidez. Pregúntanos sin compromiso, estamos convencidos de que volveréis a repetir, suele ocurrir.

¿Dónde están las mejores zonas para hacer skydiving en Lisboa?

• Évora: Esta Ciudad-Museo es un tesoro en sí. Se puede manifestar sin tapujos que su conjunto arquitectónico es único, con una cuantiosa variedad de monumentos perfectamente conservados. Por todo ello, entre otras cosas, consiguió la denominación de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Además, un indicativo de su enorme valor, forma parte de la Red de ciudades más antiguas de Europa junto a otras conocidas como Cádiz o Cork.

Pero no sólo vive de su casco histórico. Situada en el interior de Portugal, pertenece a la región geográfica del Alentejo, una comarca que ofrece multitud de incentivos como una rica gastronomía, una tradición cultural milenaria y unos paisajes espectaculares. Sí, desde las alturas se pueden contemplar sus verdes campos, sus suaves colinas o los espectaculares sistemas dunares que convirtieron a sus playas en las mejores del Viejo Continente allá por el 2015. Todos los saltos, sin excepción, se efectúan desde el Aeródromo Municipal de Évora, localizado a 10 minutos en coche del centro del distrito.

¿Qué tipos de saltos en paracaídas están disponibles en Lisboa?

- Salto en tándem 3.000 metros: el más breve, el hermano pequeño que aun así nos provoca sensaciones demenciales flotando en los cielos del Alentejo. En estos descensos en tándem a través de las corrientes de aire, estamos unidos mediante un arnés a un instructor encargado de ejecutar las acciones más determinantes. A 3000 metros nos precipitaremos al vacío a una velocidad de 200 km/h, con una caída libre de alrededor de 15 segundos hasta que se activa el mecanismo de apertura del paracaídas.

- Lanzarse a 4.200 metros: la diferencia fundamental con su precedente inmediato es que, en este caso, la avioneta se mantiene por encima de los 4000 metros de altitud, lo que significa que la impresión de ser devorado por un abismo se acrecienta, aquí se pasa a una caída libre de algo más de 50 segundos.

- Saltar a 5.000 metros: sólo apto para los más intrépidos. Hay que reconocer que cualquiera de las tres modalidades son apropiadas para gente sin experiencia, si bien es cierto que antes de aventurarse con esta variante sería aconsejable haber probado una de las otras dos fórmulas disponibles. A esta altura estamos hablando de más de 75 segundos de caída a 250km/h. Palabras mayores.

- Añadir fotos y vídeo: Tirarse en paracaídas desde una avioneta y no haber añadido como extra las fotografías o los vídeos del instante, es como aquel que va a una cadena de comida rápida, de hamburguesas o pizzas, y pide una ensalada “healthy”. La gran mayoría de las ofertas ofrecen la posibilidad de agregar fotos, videos o ambas con diversos formatos: el selfie, el instructor que va acoplado a nuestro cuerpo graba en primera persona desde su posición; las fotos o el vídeo externo, consiste en un reportaje, como su nombre indica, tomado por un monitor que desciende en paralelo, de manera independiente respecto al otro profesor y al usuario.

¿Qué requisitos son necesarios para hacer la actividad?

La única empresa que opera en la zona de Lisboa pone un único requisito de obligado cumplimiento para todos aquellos que solicitan realizar la actividad: tener un mínimo de 16 años. A partir de esa edad y hasta los 18, es necesario presentar una autorización firmada por los padres o tutores legales del aspirante.

Por lo demás, de manera análoga a lo que otras compañías aplican en su reglamento, el peso recomendado no debe exceder los 100 kg. Si por algún casual se sobrepasa el límite concertado, el interesado deberá comunicarlo al equipo organizador.

¿Es seguro saltar en paracaídas en Lisboa?

Si no fuera segura nadie destacaría sus virtudes. Si se promociona así es porque hay un trabajo arduo detrás enfocado a consolidar los procedimientos de seguridad empleados. Dos son los factores que confluyen para que la precisión sea el faro que guía a la empresa que brinda este servicio en Lisboa: de un lado, el material utilizado, revisado con asiduidad por si hubiera algún desperfecto suplirlo enseguida; por el otro, el staff, conformado por unos profesionales con títulos federativos, acreedores de una trayectoria intachable, merecedores de todo el crédito del mundo.

Los vuelos en par cuentan, adicionalmente, con dispositivos de emergencia que se ponen en marcha ante las adversidades, sorteando cualquier peligro potencial. Al margen de los elementos de garantía que incorpora el paracaídas, un instructor será el responsable de impartir un briefing lo suficientemente riguroso como para que el alumno, nos referimos al usuario, asimile varios conceptos importantes sobre cómo proceder si surge una eventualidad.

¿Cuándo es la mejor época para hacer skydiving en Lisboa?

Évora, que es donde se práctica este deporte aéreo cerca de Lisboa, a una hora y media de trayecto en coche de la capital lusa, detenta un clima de tipo mediterráneos caracterizado por veranos calurosos, secos, e inviernos relativamente suaves y con precipitaciones. De este modo, Évora puede presumir de poseer unas condiciones atmosféricas idóneas para efectuar paracaidismo durante todo el año.

Los expertos en la materia suelen señalar los meses de primavera y otoño como la mejor época para lanzarse, sin embargo, contra todo pronóstico, aconsejan encarecidamente en invierno por dos razones: el frío siempre se puede camuflar con un jersey o un forro polar y, además, la fuerza del viento hace a uno sentirse más vivo que en cualquier estación. En Évora, asimismo, como ya hemos comentado, los inviernos son apacibles, sin grandes contratiempos, lo que, sin duda, favorece el desarrollo de los acontecimientos.