Si analizamos el tiempo que estamos sumergidos bajo el agua y el que estamos fuera pensando sobre nuestra próxima inmersión, veremos que, en comparación, el tiempo real de buceo es insignificante.

Los que no pertenecen al mundo de buceo deben pensar que es de locos. Quizá tengan algo de razón, pero ellos desconocen que cuando se planifica ya se está disfrutando, además de favorecer la seguridad.

Antes de bucear

Es probablemente la parte de planificación la que nos ocupará más tiempo. Depositamos nuestras ilusiones en realizar una actividad determinada, y ésta debe cubrir todas nuestras expectativas. Un fallo y esta ilusión se puede convertir en fracaso.


Prepáralo todo para que la inmersión sea perfecta


Lee nuestros consejos y te ayudaremos a evitarlo.
  • Reúnete con tus compañeros de buceo y escoged el tipo de inmersión que penséis realizar, teniendo en cuenta siempre, a los menos experimentados del grupo.
  • Acordad entre todos un límite de profundidad/tiempo y respetadlos.
  • Escoged una zona de buceo y otra alternativa, por si el tiempo no permite bucear en la primera.
  • Debéis recoger información de ambas. En la actualidad existen mapas de buceo, cartas náuticas que te serán de utilidad, información gráfica en revistas y, por supuesto, Internet.
  • Infórmate de la predicción del tiempo. Puedes hacerlo a través de nuestras páginas, con información meteorológica tu provincia.
  • En temporada alta debes efectuar las reservas de embarcación y de hotel con tiempo suficiente, no lo dejes al azar si sois un grupo numeroso o veréis zarpar el barco desde el muelle.
  • Comprueba todo el material en tu casa: la botella debe estar contrastada, el regulador tiene que funcionar perfectamente, el chaleco no debe hincharse sólo ni perder aire, etcétera.
  • Comprueba la caducidad de tus titulaciones y seguros.
  • Llévate una caja con herramientas y recambios para el material con lo más imprescindible de repuesto. Juntas tóricas, tiras de fijación de máscara y aletas, alguna máscara de reserva, etc. Un botiquín de primeros auxilios con lo más básico te será de ayuda para “repararte” a ti mismo o a tus compañeros, en caso necesario.

Asegúrate de tener en perfectas condiciones el equipo

  • Es interesante llevar teléfono móvil con baterías y cobertura. Hazte una lista de teléfonos de los componentes del grupo, servicios de rescate, Cruz Roja, Protección Civil, fuerzas de seguridad, hospitales, cámaras hiperbáricas de la zona, etc. Muy importante: déjalo conectado.
  • Si vas por tu cuenta informa a tus familiares o al centro de buceo, de la actividad que vas a realizar y del lugar, con la mayor exactitud posible. Acuerda una hora de retorno y si no estás de vuelta, llama para comunicar el retraso, o de lo contrario, puede que den la voz de alarma.
  • Cuando llenes tu bolsa de buceo, hazlo en sentido inverso a su utilización. El material delicado debes envolverlo con el traje de buceo, no utilices para ello los bolsillos laterales. Evitarás posibles golpes indeseados.
  • Dependiendo del número de buceadores, debéis quedar con suficiente tiempo para coger la embarcación sin prisas, para entrar al agua todos juntos, etc. Se puntual y exige puntualidad.
A pie de agua
  • Al llegar a la zona elegida, mirad el estado de la mar y planificad el recorrido a efectuar antes de entrar en ella. Atención a las corrientes y mareas.

No te olvides nada arriba

  • Si habéis elegido una embarcación para bucear, debe ser cómoda, tener suficiente capacidad para dar cabida a vuestro grupo y reunir las condiciones de seguridad necesarias (equipo de oxígeno y embarcación auxiliar). En ella debe quedar un tripulante que sepa manejarla.
  • El grupo debe estar junto y no repartido por toda la embarcación.
  • Una vez montado el chaleco y el regulador en las botellas, túmbalas en la cubierta; puedes evitar que, con un golpe de mar, se estropeen u ocasionen un percance. Estiba el material convenientemente si los desplazamientos son largos.
  • Si el buceo es profundo exige una botella de seguridad a tres metros.
  • Repasa tu estado físico. No te sientas influenciado por tu grupo, si no te apetece no bucees. A veces la presión del grupo se empieza a notar fuera del agua. Precaución con las juergas nocturnas del día anterior.
  • Recuerda que el cansancio, estrés y alcohol son, entre otros, factores de riesgo.
  • Debéis formar grupos y parejas de acuerdo con las afinidades de cada uno. No funciona la pareja de fotógrafo con compañero tipo submarino/nadador de grandes distancias (se perderían a los cinco minutos).
  • Los grupos no deben ser muy numerosos.
  • Repasa y comprueba que todos tus compañeros/as conocen las señales de buceo.
  • En época estival monta tu equipo antes de ponerte el traje. Evitarás sofocones en caso de algún problema de última hora.

Durante la inmersión

Es la parte más importante, en ella hemos puesto nuestras ilusiones y queremos que todo se desarrolle conforme a lo previsto. Aunque en la planificación anterior hemos sido meticulosos y disfrutado de ella, un solo fallo y todo puede irse al traste. Vamos a analizar los pasos que tenemos que seguir:



La embarcación ha de contar con todo el material necesario

  • El cabeza de grupo debe ser el conocedor de la zona, siendo indiferente la titulación que posea.
  • En caso de pérdida en el fondo, un minuto de búsqueda y reencuentro en superficie.
  • Debemos planificar nuestro recorrido de acuerdo con la persona que consume más aire. Al llegar a la mitad de su carga, media vuelta.
  • Si has cambiado cualquier elemento de tu equipo que influya en la flotabilidad, repasa el lastre hasta conseguir flotabilidad ligeramente negativa en superficie.
  • Si quieres ser un excelente compañero, ayuda y aprovecha la ayuda de los demás, en el buceo no hay “súper” hombres/mujeres.
  • El jefe del grupo debe ser el primero en entrar y el último en salir. Él será el que comprobará la corriente, asegurará el fondeo al iniciar la inmersión y se encargará de liberarlo antes de salir.
  • Nadie debe bucear más profundo que el jefe del grupo.
Después de la inmersión

Todo ha funcionado perfectamente, nuestros objetivos se han cumplido, pero no olvidemos que la gente, generalmente, recordará más cualquier pequeño percance que un maravilloso buceo. Quizás creas que el “después” tiene poca importancia, pero de él depende la culminación perfecta de una jornada estupenda. Vamos a ayudarte:
  • Antes de subir a la embarcación, entrega el equipo pesado al patrón o a los compañeros. Empieza por los plomos; sujétalos por la cincha, no por la hebilla, para evitar que se caigan. A continuación entrega el jacket con la botella y, por último, si es una neumática, sube al flotador sin quitarte la máscara, impulsándote con ayuda de las aletas. O bien por la escalerilla de la embarcación, tras entregar todo el equipo.
  • Una vez arriba, recoge todo en una bolsa tipo red o deposítalo junto a tu equipo. Pon especial cuidado en que no sufra golpes, especialmente tu máscara.
  • Al llegar a puerto, colabora con los demás en sacar el material de la embarcación. Una vez en el club de buceo, no olvides endulzar a conciencia todo el equipo. Cada elemento suele tener una pileta diferente con agua dulce. No endulces el traje en la pileta de los elementos de control. No dejes todo separado y repasa todo el material conforme lo vas depositando en la bolsa; recuerda proteger los elementos delicados. Además evitarás tentar a esa peligrosa y afortunadamente escasa especie que son los amigos de lo ajeno.
  • Comenta con tus compañeros la inmersión. Si alguien ha tenido algún problema, no le “recrimines”, anímale, algún día puedes ser tú.
  • Recuerda anotar la inmersión en el cuaderno de buceo, puede ser de gran utilidad para posteriores inmersiones en la misma zona. Anota todas las peculiaridades que te hayan resultado interesantes.
  • Una buena comida os servirá para planificar la siguiente inmersión.