El snorkeling es una modalidad de buceo en la que no se necesita nada más que un tubo, unas gafas para poder ver bajo el agua y unas aletas, amén del traje de baño. Su funcionamiento es muy simple y con en tan sólo unos minutos habrás cogido práctica en la forma de respirar a través del tubo, más fácil de lo que puede llegar a ser el regulador utilizado en el buceo recreativo.

Peces amarillos


Bucando con tubo de snorkel:

Cuando pensamos en buceo no podemos evitar asociarlo con una inmersión a varios metros de profundidad, allá donde hacen falta linternas, bombonas de oxígeno y gruesos trajes de neopreno para no pasar frío bajo el agua. Pero si se quiere probar una experiencia similar, bastará con hacerse con la indumentaria básica de snorkel y darse un chapuzón: mar, río, lago... todos son escenarios válidos.

Hay dos tipos de tubos de snorkel:

  • Abiertos. Con estos tubos podrás ir justo bajo la superficie y tendrás que tener cuidado de que no le entre agua al mismo; más adelante te explicamos qué hacer en caso de que ésta entre.
  • Cerrados. Si tienes una buena capacidad pulmonar esta puede ser una buena opción, ya que te permite sumergirte algunos metros al contar con una válvula de bloqueo.

Aletas de buceo


Las gafas de buceo nos dejarán ver qué se esconde bajo el mar y únicamente con ellas podremos no sólo evitar que nos entre agua en los ojos sino ver qué hay a varios metros de profundidad. Cuanto más cristalinas sean las aguas en las que practiquemos esta actividad, mejor visibilidad tendremos. ¡Ah! Si tienes dificultades en la visión y necesitas gafas en tu día a día no te preocupes, pues puedes encontrar gafas de snorkel graduadas.

Para avanzar de forma más ágil tendremos unas aletas en los pies, que nos darán mayor potencia y velocidad mientras nadamos. Eso sí, en este deporte no se utilizan los brazos para avanzar, por lo que es muy importante que los lleves pegados al cuerpo para evitar que haya resistencia al agua, pudiendo avanzar prácticamente sin esfuerzo.

Quizá lo que te pueda costar al principio sea respirar por el tubo, pero no te preocupes, pues no tiene mayor complicación. Introdúcelo en la boca por el extremo correspondiente y comienza a introducir aire poco a poco, sin prisa, pues éste tiene que entrar de forma lenta y profunda. Si te entra agua por la parte que está en la superficie simplemente sopla por él sacando la cabeza del agua para que se vacíe.

Chica haciendo snorkel


En unos instantes estarás disfrutando de la inmensidad de la naturaleza acuática y no escucharás nada más que el sonido de tu propia respiración. Todo un espectáculo para los sentidos.

Esta actividad pueden practicarla niños a partir de los 8 años aproximadamente a diferencia del buceo recreativo, que no podrán hacer hasta los 14. Si estás de veraneo en alguna costa española, no dudes en ir con los peques pues es algo que de verdad disfrutan muchísimo.

Padre e hijo haciendo snorkel


¿Cómo bucear con tubo de snorkel?

  1. Hazte con el equipo para hacer snorkel: bañador, tubo, gafas y aletas. Si vas a introducirte en aguas muy frías o en invierno es muy recomendable un traje de neopreno.
  2. Ajusta las gafas bien para que no te entre agua en ellas: para ello es importante que mojes primeramente tu pelo y retires todo de la cara, pues esto favorecerá que las gafas estén en contacto con la piel de forma directa e impedirá que se filtre el agua.
  3. Asegúrate de que las aletas te queden ajustadas pero sean cómodas.
  4. Elige un tubo perfecto para ti, ya sea abierto o cerrado y presta especial atención, pues es la parte más importante del equipo.


Y a ti, ¿se te ocurre alguna sugerencia más? Cuéntanosla.