Una de las cosas más importantes en el submarinismo es sentirte cómodo y tranquilo dentro del medio acuático. La suma de la combinación de estos dos elementos junto con los conocimientos a nivel técnico es un buen submarinista.

La continua adaptación al medio acuático es vital para poder ser un buceador de nivel y es recomendable el realizarlo antes de iniciarse en el submarinismo.

La titulación de submarinismo FEDAS CMAS se puede conseguir a partir de los 12 años, aunque la legislación actual no acepta inmersiones en menores de 16 años. Por otro lado vemos que se ha mostrado un borrador de decreto ley para que a partir de 8 años los niños se puedan iniciar en el buceo (Francia ya lo hace desde hace tiempo).

Niño buceando


En lo que hace referencia a la llamada “baby inmersión” los pediatras aconsejan no llevarlos a piscinas hasta los 6 meses, aunque en piscinas acondicionadas especialmente para bebés se recomienda desde el momento en el que cae el cordón umbilical. La ventaja de hacerlo tan pronto es que el bebé mantiene los reflejos de cuando estaba dentro del útero envuelto en líquido amniótico.

Bebé en piscina


Los bebés mantienen el reflejo de la “glotis” hasta los 3 o los 5 meses de edad, gracias a lo cual, aunque les entre agua en la boca ésta no se dirige a los pulmones.

Esta actividad es muy aconsejable en bebés porque multiplica las habilidades motrices del niño, que redunda en una mayor y pronta coordinación y una menor tasa de obesidad. Además se instaura un vínculo comunicativo y afectivo con sus padres que es perfecto para su desarrollo.