Antes de nada, aquí tienes un resumen rápido:
Los senderos de Grandes Rutas, o GR, nacieron en Francia en 1947 gracias a la asociación de varios grupos de senderistas que decidieron señalizar rutas. Esta asociación se llamaba "Comité Nacional de Senderos de Gran Recorrido", predecesora de la actual Federación Francesa de Senderismo.
Hoy en día, los senderos GR suman en Francia más de 60.000 km en total, creados y mantenidos por los miembros voluntarios de la Federación. Están señalizados con una marca característica formada por dos trayes, uno sobre otro: uno blanco y otro rojo.

Uno de los senderos de Gran Recorrido más famosos es el GR20, que atraviesa Córcega. Es conocido como uno de los más difíciles de Europa y se realiza en verano, entre junio y septiembre.
Para citar algunas cifras:
El GR20 celebra este año su 40º aniversario y sigue teniendo más éxito que nunca, tanto entre senderistas experimentados como entre intrépidos ávidos de desafíos.
Su fama atrae entre 15.000 y 20.000 senderistas que lo intentan cada año. Vienen de toda Francia e incluso del extranjero para afrontar los 200 km de marcha deportiva en montaña. Sigue la espina dorsal de Córcega, desde la ciudad de Calenzana al norte, hasta Conca en el sur de la isla.
Sin embargo, esta ruta se recomienda a personas con un mínimo de entrenamiento:
1.300 m de desnivel, 16 etapas en total, que representan entre 4 y 8 horas de marcha según la dificultad, y que a veces rozan la escalada. Te esperan pasos por crestas y a más de 2.000 metros de altitud.
Aunque el récord está en unas 32 horas para completar toda la ruta, un senderista de nivel medio necesitará unos 16 días para terminarla, sabiendo que muchos abandonan antes. De hecho, alrededor de 2/3 de los senderistas no llegan al final del viaje.

La principal causa de estos abandonos puede ser el clima, muy cambiante en las alturas de Córcega. Puede convertirse en un obstáculo importante para los senderistas, que a veces deben enfrentarse a niebla, lluvia e incluso nieve, incluso en verano.
Hay refugios que permiten a los caminantes dormir en vivac o en dormitorio, así como aprovisionarse. Eso sí, si planeas embarcarte en la conquista del GR20, ten en cuenta que el vivac libre está totalmente prohibido y que tendrás que acampar en zonas específicas.
Pero los puntos de avituallamiento son escasos, y aunque guías de alta montaña velan por la seguridad de los excursionistas, tendrás que completar las etapas por tu cuenta.
El recorrido es exigente, y es importante llevar equipo suficiente sin sobrecargarse. Cada kilo de más en tu mochila añadirá dificultad a una ruta ya de por sí dura. Esta es la segunda causa de abandonos y desánimo entre los senderistas más motivados. Aun así, necesitarás algunos kilos de comida, mucha agua y equipo esencial como botiquín, tienda y saco de dormir, poncho, ropa de repuesto... En total, calcula una mochila de unos 70 litros.

Emprender el GR20 es, ante todo, un desafío personal que te dejará recuerdos increíbles. La belleza de los paisajes, las personas que conocerás en el camino, los refugios rústicos y pintorescos donde descansar, los pequeños paraísos perdidos y la fauna salvaje que forma parte del viaje... El GR20 no es una carrera. Se recomienda tomárselo con calma y llevar un diario de ruta para recordar todas las peripecias.
Volverás de tu aventura con unos kilos menos, pero el corazón lleno de emociones. Una experiencia intensa e inolvidable.
Y si aún no tienes la experiencia necesaria, puedes empezar con senderos más asequibles.
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A continuación: el vídeo del Récord