Si practicas buceo puedes encontrarte con especies de animales de lo más variopintas, gracias a que la diversidad de las profundidades marinas es increíble.

Muchos creen que el submarinismo es un deporte extremo, pero lo cierto es que te deja sensaciones maravillosas, donde la naturaleza te envuelve mientras descubres paisajes únicos. A continuación vamos a hablar de curiosidades marinas...

Tipos de alimentación

La alimentación de los peces es muy diversa. Según sus hábitos alimenticios podemos clasificarlos básicamente en tres grupos:

  • Herbívoros: son muy pocos, tanto en aguas dulces como marinas. Comen algas y plantas marinas.
  • Carnívoros: son aquellos que se alimentan de gusanos, de cangrejos, de otros peces o de insectos y moluscos. Son los tiburones o los atunes, entre otros.
  • Omnívoros: los que se nutren de animales y vegetales.


Peces de colores



El régimen alimentario de las larvas o juveniles suele ser muy distinto al de los adultos. La mayoría de larvas se alimentan de zooplancton, mayoritariamente de rotíferos, copépodos y cladóceros.

Estrategias alimenticias

Según la calidad o la forma de tomar el alimento también podemos hablar de peces filtradores, depredadores y detritívoros.

  • Los depredadores persiguen activamente a sus presas para capturarlas. Son animales carnívoros con una serie de características en común; son especies rápidas, con un cuerpo hidrodinámico, poseen una visión y olfato bien desarrollados y, sin duda, una buena dentición. Los atunes, los bonitos, las barracudas y muchos tiburones son buenos ejemplos de grandes depredadores, devoradores de grandes cantidades de sardinas y peces similares.
  • Los detritívoros se alimentan de los restos orgánicos depositados en el fondo marino. El término detritívoros designa pues, a los omnívoros que se nutren de plantas y partículas animales en descomposición. Existen muchos detritívoros entre las especies que pueblan los fondos oceánicos, donde el alimento escasea.
  • Los filtradores se alimentan de plancton que separan del agua y concentran, gracias a determinados métodos de filtración. Entre los típicos filtradores encontramos las sardinas y los boquerones. Poseen unas branquispinas, formaciones derivadas de las branquias con apariencia semejante a la de las espinas que estructuran un filtro donde queda retenido el plancton. También el pez más grande de nuestro planeta, el tiburón ballena (Rhicodon typus), es filtrador. No posee unos verdaderos dientes como la mayoría de escualos, sino que han quedado reducidos y los arcos branquiales están provistos de finas láminas que actúan a modo de filtro.


Universo marino

Estrategias de caza

Algunos depredadores prefieren actuar en solitario como los lucios -peces de agua dulce- (Esox lucius) pero no faltan los que cazan en grupo, como los atunes (Thunnus thynnus), que se reúnen para perseguir a los bancos de peces.

Otros, sin embargo, prefieren pasar inadvertidos y acechar a sus presas. Las escórporas y los cabrachos se camuflan perfectamente entre las rocas, donde esperan inmóviles a que una presa pase cerca y, de ese modo, cazarla por sorpresa.

Algunos poseen la capacidad de generar descargas eléctricas, como el torpedo (Torpedo torpedo) o las anguilas (Electrophorus electricus) entre otros, con la finalidad de defenderse o bien de aturdir a las presas.

Para atraer a sus victimas, hay peces que utilizan señuelos, como el rape (Lophius piscatorius), que posee la primera aleta dorsal muy reducida y modificada de modo que al ser agitada parece un gusano. La rata (Uranoscopus scaber) es un pez sedentario que vive enterrado en el lecho marino, dejando sólo al descubierto sus ojos y un tentáculo bucal, que utiliza para atraer a sus presas.


Alimentación distinta para especies diferentes



Las especies abisales suelen poseer unos órganos especiales, denominados fotóforos, que tienen la capacidad de emitir luz. Estos fotóforos, a menudo están dispuestos de modo estratégico en la boca o en las barbas sensoriales, para atraer a otros peces.

Curiosas formas de obtener alimento

Existen un gran número de especies que se asocian con otras para obtener algún beneficio. La rémora, por ejemplo, posee una ventosa en la parte dorsal de su cabeza, que le permite pegarse a los tiburones u otros peces grandes, de manera que puede aprovechar los restos de alimento del tiburón de forma gratuita. También las rémoras pueden alimentarse de los parásitos externos de los escualos, cosa que les beneficia mutuamente.

Los peces limpiadores (Labroides dimidiatus), son unos pequeños peces, pertenecientes a la familia de los lábridos, que se alimentan de los parásitos externos de otros peces. Pueden incluso entrar en la boca de peces mucho mayores que ellos sin riesgo a ser devorados. Un pez que necesita los servicios de limpieza de esta especie extiende bien sus aletas o bien, abre la boca para mostrarle la zona a limpiar. Sin embargo, existe un pez, el falso limpiador (Aspidontus taeniatus), que imita los colores y los movimientos del verdadero, de modo que otros peces que esperan ser limpiados reciben, por el contrario, mordiscos en sus aletas.

Localizar el alimento

Los peces han desarrollado gran variedad de mecanismos para detectar el alimento o para atraer a sus presas, algunos de ellos realmente curiosos.

Los peces poseen un sexto sentido, la línea lateral, unas escamas especiales a las que llegan terminaciones nerviosas y que informan al pez de las vibraciones del agua. Con él pueden detectar a cierta distancia a los posibles depredadores o presas que se hallan a su alrededor. Es un órgano especialmente útil en ambientes con poca visibilidad.

¿Quieres descubrirlos?


Algunos peces como el salmonete (Mullus surmuletus) disponen de un par de barbas sensoriales en la boca que utilizan para rastrear el fondo en busca de algo apetitoso. También el olfato y el oído juegan un papel importante en la detección de las presas.