- Los diseñados para aguas tranquilas como lagos, embalses o mares.
- Los destinados a aguas bravas, llamadas así por su turbulencia. Estas corrientes fluviales, conocidas como rápidos, son ideales para deportes acuáticos de aventura.
1) Eskimo Roll: Domina las técnicas de autorescate (giro esquimal) y evalúa la dificultad del río.

2) Navegar en grupo: Nunca desciendas solo. Es una norma básica del kayak. Incluso expertos necesitan ayuda ocasionalmente.

3) Portear: Significa evitar la zona más complicada del rápido. Si todo el tramo supera tu nivel, camina por la orilla.

4) Lectura de río: Se adquiere con experiencia. Consiste en elegir la ruta más segura, buscando la "lengua" del río donde los obstáculos no generen problemas. Observa hacia dónde te lleva la corriente.
5) Pamp: Técnica para remar con fuerza antes de entrar en un pozo, impulsando el kayak con todo el cuerpo como si quisieras empujarlo.

6) Reconocer los Eddies: Identifica estas zonas de remanso sin corriente, útiles para descansar o leer el río. Suelen formarse tras piedras o árboles.

Para entrar, acerca la proa a la piedra que crea el eddy, inclinando ligeramente el kayak. Esto girará la embarcación 180°. Usa el remo como apoyo para no volcar. Mantén la atención en tu trayectoria hasta salir.
7) Seguridad: Imprescindible casco y chaleco. No temas los pozos, pero mántente precavido.
8) Balsa muerta: También llamado "pija muerta": dejas que la corriente mueva el kayak mientras tú solo corriges la dirección, dejándote llevar.
9) Entrada a la corriente: Penetra a 45 grados contra la corriente mirando río abajo. El río girará el kayak y comenzará la acción.
10) Ferry: Avanza de orilla a orilla o entre eddies, remando principalmente por un lado y usando la pierna para mantener la dirección.
