Tenemos la receta perfecta para desconectar y disfrutar del corazón de la Costa de la Luz, una ruta a caballo por Sanlúcar de Barrameda. Durante 2 horas te perderás por los senderos de esta localidad con tanto encanto de Cádiz y en el proceso no solo disfrutaremos de unos paisajes espectaculares sino también de unos rincones cargados de historia y curiosidades.

Para esta ruta a caballo por Sanlúcar de Barrameda prepara solo ropa cómoda, botas y una muda, asegúrate de venir con pantalón largo para evitar rozaduras. De lo demás te puedes desentender porque nosotros te facilitaremos todo lo necesario para esta; materiales, equipos de seguridad, guías y una formación, así que descuida, porque si nunca has probado una salida a caballo, nosotros te explicaremos lo básico.

Nuestra ruta a caballo por Sanlúcar comenzará desde nuestra hípica una vez te hayamos formado y equipado. Al poco tiempo comenzaremos nuestra travesía y tras pasar apenas 500 metros de asfalto, será entonces cuando nos adentraremos en una excursión a caballo preciosa, con un entorno rural envuelto en un silencio abrumador. Lo comprobaremos cuando primeramente paseemos por el Cortijo de Carranza rodeados de viñedos.

Al acabar por aquí, seguiremos con nuestra ruta a caballo por Sanlúcar de Barrameda bordeando el campo de golf Martín Miguel. Tras ello visitamos el histórico Cortijo de la Fuente y pasearemos por sus recovecos visitando lo que algún día fue el Lago Ligustino, una enorme laguna enclavada entre Cádiz, Sevilla y Huelva dominada por los Tartessos, que a día de hoy deja un paraje árido y exótico con un encanto particular.

En el proceso te iremos contando curiosidades de la civilización de los Tartessos mientras vamos de camino al Cortijo de Ébora, lugar donde se encontró el tesoro de Ébora. Al llegar aquí estaremos en el mejor momento de nuestra ruta a caballo por Sanlúcar ya que llegados a un punto, nos toparemos con la espectacular desembocadura del Guadalquivir, repleta de pequeñas marismas y penínsulas que contemplaremos desde un punto privilegiado para poner punto y final a nuestra travesía.