Recorrido en Barco por la Costa de Nazaré 30 min

Os invitamos a pasar unos días inolvidables en Nazaré. Así, en vez de planear las típicas vacaciones en los sitios habituales, que ya tenéis tan trillados, ¿por qué no os dejáis sorprender por un lugar alejado de la horda de turistas, que desprende autenticidad, que tiene playa y, además, ofrece multitud de sorpresas que os están esperando?

A mí, simplemente con estos datos, ya me han convencido. No obstante, vamos a seguir hablando de Nazaré y de la actividad que os traemos para que no haya ni un atisbo de duda, para que tengáis claro que habéis acertado de pleno. Primero, Nazaré tiene una situación ideal, perfecta para desplazarse alrededor y visitar otros lugares emblemáticos, como la propia capital de Portugal.

Olvidaos un segundo de lo que estéis haciendo y prestad atención porque vienen curvas. O mejor dicho, olas. En esta localidad lusa costera os encontraréis con deliciosos platos típicos, con unos anfitriones educados, amables, y con un sinfín de actividades que brindan la diversión más frenética u otros planes más relajados que se benefician del idílico entorno.

Nosotros os vamos a proponer esto último mediante una excursión en barco que recorre de punta a punta, de manera tranquila, sin prisa, el litoral de Nazaré. Es imprescindible realizarlo puesto que el mar forma una parte esencial de la cultura de esta localidad y, por otro lado, de esta manera haréis una aproximación a Nazaré desde otra perspectiva distinta, la que permite ir a bordo de nuestra embarcación.

Durante 30 minutos, en los que iréis provistos de chalecos salvavidas, nuestro capitán de barco os llevará por la costa haciendo gala de un agradable paseo en el que las famosas olas de Nazaré serán las protagonistas absolutas. Las veréis de todas las formas, alturas y con distinto espesor, esparcidas en variados puntos aleatorios a lo largo del Océano Atlántico.

¿Vuestra tarea mientras tanto? Disfrutar de todas las vistas que ofrece Nazaré, con el santuario al fondo o con el popular cañón dando la bienvenida, con su faro, con sus escalinatas, al visitante. No os lo podéis perder, por nada del mundo.