
Es una tierra agreste, bordeada por un archipiélago y cubierta por densos bosques, glaciares y picos rocosos. Una de las zonas de más fácil acceso es la cordillera del Paine, declarada Parque Nacional hace años. Sus paisajes espectaculares han convertido este lugar en uno de los principales atractivos turísticos y deportivos de Chile. Para llegar allí, hay que volar desde Santiago -la capital del país- hasta Punta Arenas (2.400 km entre ambas ciudades) y desde esta pequeña localidad a Puerto Natales. Los últimos 130 km hasta el Parque Nacional de las Torres del Paine se realizan por carretera.

La entrada al parque está regulada y es necesario abonar una pequeña cantidad a los guardabosques, quienes además de orientar a los visitantes, les proporcionan permisos de acampada si pretenden montar la tienda en algún lugar fuera de las 3 zonas destinadas a ello: Serrano, Petroe y Laguna Azul. La forma más sencilla de recorrer el parque es la ruta circular de senderismo, bien señalizada y que rodea el macizo al completo. Esta travesía se realiza en aproximadamente una semana.

Para facilitar las cosas, hay dispuestas a lo largo del camino una serie de refugios básicos que pueden usarse para resguardarse si hace mal tiempo o pernoctar.
No hay posibilidad de conseguir comida dentro del parque excepto en los albergues. Por tanto, es necesario adquirir los víveres en Punta Arenas si se planea llevar alimentos. Con el agua no hay problema, pero hay que potabilizarla.
La temporada de senderismo comienza a mediados de noviembre y finaliza a principios de marzo. Las temperaturas en este periodo son frías, pero no extremas. Sin embargo, el viento puede alcanzar velocidades de 160 km/h y convertirse en el principal inconveniente. No hay problemas de altitud ni es necesario llevar crampones o piolet, salvo que se pretenda ascender por un glaciar. Quizá sí convenga llevar una cuerda por si fuera necesario asegurarse para cruzar algún río más crecido de lo normal. La tienda de campaña debe ser impermeable y especialmente resistente al viento. Unas botas de calidad y un saco de dormir "cálido" son imprescindibles para temperaturas que rozan los 0º.

Las Torres del Paine son las montañas emblemáticas del parque. El Paine Grande es la más alta de las tres, superando los 3.000 metros de altitud. Los Cuernos son otros impresionantes picos de formas caprichosas. Los ríos que atraviesan o acompañan la ruta son cuatro: el Río Francés, el Paine, el De los Perros y el Grey.

Y también hay lagos: el Lago Sarmiento, el Grey, el Dickson, el Nordenskjold, el Paine... No hay que perderse el Salto Grande, un espectacular salto de agua que conecta estos dos últimos. Los lagos nacen del deshielo de 2 grandes glaciares llamados Ventisquero Dickson y Ventisquero Grey, ambos procedentes de una de las mayores masas de hielo del mundo: el Campo de Hielo Sur, con más de 300 kilómetros de longitud. En cuanto a fauna, en el parque habitan pumas salvajes, aunque es raro avistarlos.