Los escaladores siempre están en busca de nuevas sensaciones, y muchos de ellos, amantes del gusto por el riesgo hasta el punto de perder la cordura, quieren ir siempre más lejos y más alto. Algunos llevan los límites más allá de lo imaginable. Por eso, con los años ha surgido una práctica al borde de lo inconsciente: la escalada extrema.
Escalar montañas vertiginosas a mano desnuda se ha convertido en un reto para una élite de escaladores en busca de adrenalina.
Estos son los 5 sitios de escalada más extremos, también conocidos como los "Big Walls"
La Aguja de Bugaboo, en Canadá
Es uno de los lugares más famosos de Canadá, situado en la cordillera Purcell. La Aguja de Bugaboo alcanza más de 3.200 metros de altura. El primero en enamorarse de su pared imposible fue Conrad Kain, quien la escaló en 1916.

Las Torres en Chile
Las Torres son tres picos de granito ubicados en el Parque Nacional Torres del Paine, entre la cordillera de los Andes y la estepa patagónica. La más alta de estas torres alcanza los 2.800 metros de altitud. El contraste entre la planicie de la estepa y el relieve del lugar lo convierte en uno de los más asombrosos del mundo.

El Cervino en Suiza
Con sus 4.480 metros de altura, este pico es uno de los más altos de los Alpes suizos. Fue escalado por primera vez en 1865 por un equipo inglés liderado por Edward Whymper, donde tres de sus miembros perdieron la vida.

Cerro Torre en Argentina
En la Patagonia argentina se encuentra una de las cumbres más extremas que existen: el Cerro Torre. Además de sus 3.102 metros de altitud, posee condiciones climáticas extremadamente duras. Durante mucho tiempo fue objeto de obsesión para muchos alpinistas, hasta que en 1959 el italiano Cesare Maestri, acompañado por el australiano Tony Egger, logró escalarlo.

Y nuestro gran ganador: Las Torres del Trango, en Pakistán
Estas torres no solo fascinan por su altura (nada menos que 6.286 metros...), sino también por su belleza. Algunos dicen que son las torres de granito más hermosas del mundo. Joe Brown, un inglés acompañado por un equipo, fue la primera persona en dejar su huella en su cima.

Durante la práctica de la escalada en alta montaña, numerosas dificultades se interponen en el camino:
- La baja presión, que reduce el oxígeno disponible, y la temperatura, que desciende 6,5 °C cada 1.000 metros.
- El sol, que golpea con mucha más fuerza y puede quemar la piel o los ojos.
- La deshidratación debido al aire, que se vuelve más seco con la altitud...
Una lista de obstáculos que añaden aún más gloria a estos pioneros un tanto locos, deseosos de superar todos los retos.
La escalada es un deporte completo, que requiere no solo capacidad física, sino también mental para perfeccionar cada movimiento hasta la precisión absoluta, vencer el miedo al fracaso o al vacío...
No hace falta tener un don para empezar a practicarlo. Iniciarse en la escalada en estructuras artificiales suele ser el comienzo de una pasión para muchos principiantes, que luego se lanzan a salidas al aire libre con su club. ¿Por qué no ascender tú también hacia las cumbres de la aventura?