
Para su realización y por las razones citadas anteriormente, es necesario cierto equipo especializado. Un paracaidista está provisto de guantes, casco, gafas, un paracaídas doble, un paracaídas de emergencia, un altímetro, un contenedor, un arnés y un traje térmico como mínimo. Se recomienda el uso de un activador automático para que, en raros casos de emergencia como un desmayo, este dispositivo electrónico active el paracaídas a una altura determinada previamente fijada como referencia en el aparato.
También es necesario establecer ciertos planes de seguridad antes de saltar, como delimitar una zona de aterrizaje, definir las medidas en caso de emergencia, etcétera...
Veamos cómo es posible vivir esta adrenalínica aventura sin necesidad de convertirse en un experto en salto libre de paracaidismo.