El sentido común es lo más importante, ya que debemos saber hasta dónde somos capaces de llegar y no intentar imitar a los amigos más expertos que nosotros. El barranquismo es un deporte en el que se presentan diferentes dificultades y niveles, por lo que lo ideal es elegir un recorrido adecuado a nuestras capacidades. Un error muy común es pensar que somos capaces de hacer cualquier cosa y demostrar una fuerza o un nivel técnico que, en realidad, no tenemos.
Otro gran error es no usar el casco, que es absolutamente imprescindible. En cualquier momento podemos perder el equilibrio y caer o ser golpeados en la cabeza por una piedra o una rama rota.
Un buen traje de neopreno es necesario para proteger nuestro cuerpo: no hay que olvidar que estamos realizando una actividad en constante contacto con el agua y podríamos sufrir hipotermia en cualquier momento. Es cierto que en verano hace calor y podríamos tener la tentación de prescindir del traje, pero, además del frío, podrían ocurrir otros pequeños accidentes o imprevistos en el agua, como arañazos, moratones o un tiempo de permanencia en el agua mayor del previsto.
No puede faltar un buen equipo de barranquismo, ya que lanzarse a este deporte con materiales insuficientes o inadecuados es un grave riesgo. Tampoco hay que olvidar una provisión de agua y algo de comida.
La organización dentro del grupo debe cuidarse al detalle, ya que cada uno desempeña un papel fundamental durante la descenso del barranco: preferiblemente, la persona con más experiencia deberá dirigir al resto del grupo y gestionar el descenso de manera ordenada. Es recomendable la presencia de un instructor de barranquismo que vaya el último del grupo, para que pueda controlar a todos los participantes. Si avanzamos en pareja, no hay que perder de vista al compañero, para que nadie quede aislado ni se produzcan imprevistos.
Y recuerda que no se deben practicar deportes de aventura si previamente se ha consumido alcohol o drogas: en estos casos se pierde el control de uno mismo y de la situación, poniendo en riesgo nuestra seguridad y la de los demás. Elige una buena escuela de barranquismo y disfruta practicando este deporte increíble.
Pronto comenzará el deshielo y los barrancos se llenarán de agua, convirtiéndose en divertidísimos parques acuáticos naturales. Si no tienes mucha experiencia, es recomendable esperar al mes de abril, cuando el agua baja con menos fuerza.
