El ciclismo de montaña es una de las actividades favoritas de muchos amantes de la naturaleza, ya que te permite disfrutar de aire puro, paisajes espectaculares y una excelente fuente de ejercicio físico.

Descenso de Ciclismo


Sin embargo, practicar ciclismo de montaña no implica el mismo esfuerzo que el ciclismo en carretera o el ciclismo urbano. Se trata más bien de un deporte extremo de alta exigencia cardiovascular que requiere una estructura muscular y ósea más robusta. Evidentemente, esta condición se adquiere mediante el entrenamiento, por lo que el ciclismo de montaña puede ser practicado por cualquier persona de forma progresiva y gradual.

La aventura del ciclismo de montaña implica absorber los impactos del terreno en tu cuerpo y soportar las posibles caídas recurrentes a las que estarás expuesto. Es un excelente deporte terrestre, cuya práctica aportará grandes beneficios a tu salud al desarrollar gradualmente la fuerza y la resistencia de tu organismo.

Pero antes de adentrarte por primera vez en esta fabulosa actividad, te hemos preparado algunos consejos prácticos para que empieces con una formación básica:

  1. Estudia la ruta. Antes de lanzarte a cualquier excursión de ciclismo de montaña es fundamental que estudies previamente el recorrido para mejorar tu rendimiento. Ya sea un ascenso sencillo o un trayecto largo y complicado, analizar la ruta te permitirá calcular los tramos de mayor exigencia y las zonas de descanso con antelación. Esto te ahorrará tiempo y, sobre todo, puede ser una excelente manera de conservar tu energía para los tramos más difíciles.
     
  2. Bicicleta. En función de tu nivel de experiencia y tus capacidades físicas, la bicicleta que utilices debe adaptarse al tipo de ruta. No te servirá de nada tener una bici con todos los últimos avances tecnológicos si resulta demasiado pesada para ti. Si estás empezando en este deporte, con una bicicleta de cuadro ligero experimentarás inevitablemente un mejor ritmo en las subidas. Los "cuernos" que se instalan en los extremos del manillar pueden resultarte de gran utilidad en los tramos de mayor dificultad. Antes de salir, asegúrate de que la bicicleta ha recibido un mantenimiento adecuado y que no falla ningún componente. Presta especial atención a los frenos.
    Escoje una bicicleta sencilla


     
  3. Alimentación. El ciclismo de montaña es una actividad física intensa que te exigirá una gran fuente de energía. Además, dependiendo del recorrido, podrá requerir mayor o menor esfuerzo. Por tanto, uno de los aspectos más importantes es tu alimentación. Si no eres un deportista profesional, no es necesario que sigas dietas deportivas excesivamente estrictas, pero sí es importante que te alimentes adecuadamente antes de la actividad. Te recomendamos comidas ricas en hidratos de carbono, proteínas y verduras. El arroz, las verduras y frutas como el plátano son grandes aliados del deportista. Intenta comer bien pero sin excesos para evitar una desagradable sensación de pesadez.
    Alimentación equilibrada


     
  4. Hidratación. Evidentemente, este factor es también uno de los más importantes para garantizar una buena ruta de ciclismo de montaña. No olvides llevar siempre dos botellas de agua o más, según la distancia del recorrido. Ten cuidado con cómo bebes: no te beneficiará tomar grandes tragos y llenarte el estómago de agua. Es mejor dar pequeños sorbos regularmente y enjuagarte la boca para evitar la sequedad. Una buena hidratación durante la ruta te ayudará a reponer líquidos y a combatir las altas temperaturas.
    Hidratación


     
  5. Posición. Para evitar dolores de espalda y contracturas en los trapecios, es esencial la postura que adoptes sobre la bicicleta. Lo primero es que ajustes el sillín de modo que tus piernas no se estiren completamente al pedalear, pero que tampoco queden demasiado flexionadas. Durante la ruta, intenta relajar brazos y hombros mientras mantienes el cuerpo en una posición de ligero arqueo. En los tramos difíciles, ayúdate de los "cuernos" y pedalea de pie solo como último recurso.
    Postura


     
  6. Ritmo. Intenta encontrar tu propio ritmo. No es productivo compararse con los compañeros o intentar alcanzarlos a toda costa. Si consigues encontrar tu ritmo y mantenerlo, lograrás optimizar tu energía y evitarás el desgaste físico. Prueba diferentes combinaciones de platos y piñones hasta encontrar un acoplamiento ideal adaptado a tus capacidades físicas. Ten cuidado de no optar por realizar un ascenso con una marcha demasiado corta, porque tendrás que pedalear mucho más y esto, a la larga, te debilitará físicamente.
    Mantener tu ritmo


     
  7. Respeto. No pases por alto la importancia de preservar la naturaleza donde practiques esta actividad, ya que es un legado universal que debemos proteger para conservarlo para futuras generaciones. Recuerda que eres un invitado en este medio y que sus habitantes merecen el máximo respeto y cuidado. Ten especial precaución con los caballos, que son bastante asustadizos, y con los rebaños de vacas u ovejas. En este último caso, te recomendamos bajarte de la bici y caminar lentamente por un lado, ya que con un pequeño susto podría desencadenarse una estampida peligrosa.
    Respeto a la naturaleza


     
  8. Compañerismo. Nunca olvides que todos empezamos en este deporte aprendiendo progresivamente. No dejes a un compañero exhausto por exagerar tus capacidades y seguir tu camino en solitario. El espíritu de equipo también es parte importante del ciclismo de montaña, ya que siempre habrá alguien más principiante y otro más experimentado que nosotros. Intenta conocer tus límites para no forzarte y ten en cuenta los de tus compañeros para mantenerse siempre unidos y disfrutar de una aventura en grupo.
    Compañerismo


     
  9. Tomar curvas. Las curvas son la parte más complicada del ciclismo de montaña por la inclinación que presentan. A menos que sea una competición, lo mejor es tomar las curvas por el exterior y sin prisas. De este modo, la pendiente será menos pronunciada y más llevadera. En las bajadas, también te ayudará tomar las curvas por fuera para poder girar correctamente.
     
  10. Trucos para las temperaturas. Como imaginarás, el gran enemigo en este deporte son las diferentes temperaturas que pueden afectar al ciclista. Durante los ascensos, el calor puede ser un verdadero suplicio y un ladrón de energía. Mientras que en un descenso, cuando estás completamente sudado por la subida, el aire fresco y el reposo pueden enfriarte en exceso. Por ello te aconsejamos estos dos trucos:
  • Para combatir el calor, lleva contigo hojas de lechuga que podrás colocarte bajo la camiseta y el casco. Guárdalas en una bolsa en la mochila para ir renovándolas cuando empieces una nueva subida. Te refrescarán durante los ascensos con altas temperaturas.
  • Para combatir el frío, forra tu torso bajo la camiseta con periódico. Además de absorber el sudor, te mantendrá aislado del viento y, por tanto, del riesgo de enfriamiento. ¡Pruébalo y verás cómo disfrutas de un descenso mucho más confortable!

Ten en cuenta todos estos consejos y trucos antes y durante tu próxima aventura de ciclismo de montaña. Ahora ya estás preparado para reunir un grupo de amigos y disfrutar de este excelente deporte. ¿A qué esperas?
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