"¡Mira, una bici sin llantas! ¡Oye, una moto! Espera, ¿qué es eso? ¿Dónde dejaste las llantas? ¿Y cómo se maneja eso?" Estas y muchas otras preguntas son las que te hacen los esquiadores curiosos al ver el "nuevo aparato". Para sorpresa de muchos, en 1991 se crearon los primeros prototipos para nieve, basados en bicicletas BMX y el Snowboarding.

Actividad ideal para hacerla con tus amigos


Snowscoot

El Snowscoot, como se le llama a la bici de nieve, es de origen francés y consta de dos partes independientes. La parte delantera se compone de un manubrio, una potencia, una horquilla y un patín. El patín delantero funciona para iniciar la dirección y compensación. No es cierto que por llevar manubrio, con solo girarlo hacia un lado "la bici" seguirá la trayectoria.

La parte trasera consiste en una estructura rígida y otro patín más largo donde va el piloto. El piloto hace sobre este patín el cambio de peso que mueve y orienta la parte trasera según la dirección marcada con los brazos y el cuerpo en la parte delantera. ¡Que no te suene extraño! Solo sigue estos pasos.

Manejo


El sistema de manejo en nieve es igual que en otros deportes alpinos: desplazamiento y cantear.

  1. Vueltas. El Snowscoot se maneja principalmente con los brazos. El viraje se hace con un leve inicio de dirección hacia un lado con el manubrio, seguido de una inclinación sobre los cantos de la bici hacia el mismo lado. La pendiente de la pista marca qué tanto debes inclinarte para lograr un giro controlado. Durante el giro el cuerpo queda semiflexionado y del lado del viraje para ejercer peso. A diferencia del esquí, el peso principal al virar está en la pierna interior, para mantener la posición correcta.
  2. Control de velocidad. Frenado: nunca dejes de hacer fuerza en los brazos para cantear. Así controlas la velocidad y no dejas "libre" el Snowscoot para que se desboque. Para frenar, movemos la bici a 90 grados y canteamos bruscamente.
  3. Posición. Igual que posicionamos el cuerpo al esquiar o hacer snowboard, el peso corporal va en la parte delantera del Snowscoot. Las piernas quedan semiflexionadas y el peso del cuerpo se transfiere con los brazos al manubrio hacia la parte delantera.


Hazle con un snowscoot

¿Dificultad? Si comparamos el nivel de dificultad para aprender a esquiar o hacer snowboard, el Snowscoot es mucho más fácil para principiantes. El aprendizaje también puede ser "sencillo" si cumplimos ciertos requisitos:

  • Condición física. Debemos ejercer fuerza constante en los brazos para controlar tanto dirección como velocidad (esta última muy importante). Por eso no hay que descuidar la condición física de nuestro tren superior: los brazos.
  • Hábito en dos llantas. Si sueles usar motos o bicis, te ayudará a entender más fácil la dirección del Snowscoot.
  • Mucha precaución. Elegir mal tu velocidad puede mandarte al suelo por pérdida de control. A tu favor: puedes sacar los pies para frenar o cruzar bruscamente la parte trasera para derrapar. Recuerda que los casi 10 kilos del Snowscoot dificultan frenar y mala condición física puede impedir frenar a tiempo.
  • ¿Verde, Azul, Roja o Negra? Elegir bien las pistas es clave. El Snowscoot se aprende fácil, pero acceder a pistas difíciles es distinto al esquí o snowboard. En pistas verdes empezamos, haciendo primeros giros y aprendiendo a frenar. En este primer contacto los brazos ya descubren su función. El paso a pistas azules es rápido y sirve para practicar manejo, dirección y frenados bruscos. Esto busca seguridad y dominio para enfrentar pistas realmente difíciles. Las pistas rojas y sobre todo negras requieren alta técnica, buena condición física en brazos y posición correcta.
  • ¡Hieeeeeelooooooo! Es el grito de alerta en todas las modalidades, especialmente en niveles bajos. Primero hay que distinguir entre nieve dura y hielo, parecidos pero no iguales. Estas malditas placas hay que pasarlas suavemente y luego regular velocidad. Si frenamos ahí seguramente caeremos. Con el Snowscoot es especialmente difícil manejar en nieve dura. La dificultad para cantear con seguridad, sumada al peso de la bici, exigen nivel muy alto para estas condiciones.


Verás la nieve desde otra perspectiva

Para amantes de las dos llantas, el Snowscoot da una sensación muy especial. Saltar, correr, tumbarse, derrapar... todo, como si tuvieras llantas abajo. Hay momentos en que crees sentir el motor y aceleras como si fuera posible. Las salidas de derrapes salvajes, los cambios de rasante, los saltos, las bajadas "a toda madre", y... seguramente detalles personales que cada quien siente al usar el Snowscoot, hacen que tú mismo le pongas el sonido del motor en cada momento.

Nieve virgen

Uno de los mejores momentos para disfrutar la nieve es, sin duda, la nieve virgen. Para manejar en este tipo de nieve debemos retrasar ligeramente la posición corporal sin cargar mucho peso en el patín delantero. Equilibrando el peso evitamos que el patín se hunda demasiado y permite manejar en nieve polvo. Al retrasar el cuerpo no hay que descuidar la dirección y transmitir fuerza necesaria con los brazos a la parte delantera. El trabajo de piernas aquí es mayor que en pistas marcadas, así que no descuides la correcta sujeción de los pies en sus cinchas.

Remontes

Con el Snowscoot no tendrás problemas para subir en cualquier remonte. Telesillas y arrastres se usan igual que con esquís o snowboard.


Practica y obtendrás estos resultados

Para el telesilla esperas de pie con ambos pies en su lugar y te sientas. Cuida el ancho del manubrio y luego puedes bajar la barra de seguridad y colocar el patín trasero en su apoyo. Para mayor comodidad, giramos el manubrio 90 grados y nos relajamos hasta llegar. La salida es igual de fácil: el patín toca la nieve y nos incorporamos mientras la silla nos impulsa.

Para arrastres nos colocamos rectos en el punto de salida y se introduce la percha como los demás esquiadores. No descuides la dirección del Snowscoot para evitar sustos al subir. Al llegar, soltamos una mano y con cuidado de no golpearnos con el manubrio, liberamos la percha. Al recogerla hay que ser rápidos para no salir solo con una mano en el impulso inicial.

En otros remontes como telecabinas, teleféricos o funiculares debemos colocar el Snowscoot para molestar lo menos posible a los demás "compañeros de viaje".

¿A qué esperas?


Uso y mantenimiento

El Snowscoot es más complejo que una tabla de snowboard o unos esquís. Además de encerar, afilar cantos y revisar patines, el Snowscoot necesita atención especial a sus componentes.

Los tornillos generales del Snowscoot deben revisarse después de cada jornada. En cinco minutos repasamos tornillos del manubrio, potencia, chasis y dirección, y quedamos listos para el siguiente día. Los puños pueden moverse con mucho contacto con la nieve (cuando caes mucho). Por eso seca el agua que pueda entrar. Las almohadillas protectoras del manubrio, tubo intermedio y potencia ayudan a amortiguar golpes.

Maniobras espectaculares


Equipo

No hay ropa especial para Snowscoot, basta con equipo para nieve que dé calor y movilidad. Los lentes para sol son indispensables y los guantes deben ser para nieve. Los guantes de moto se mojan fácil, aunque pueden usarse con buen clima y nivel técnico alto. No hay botas específicas, pero mientras no se mojen puedes usar botas de motocross (hasta ahora las mejores), de montaña o snowboard (aunque son anchas). Es totalmente recomendable usar casco protector, que no estorba y en más de una ocasión evita "malos ratos".