La mayoría de los esquiadores y surfistas consideran normal tener dolores musculares. Pero estos problemas no tienen por qué arruinar tus vacaciones invernales mientras practicas deportes de nieve.

Los dolores musculares y las torceduras son "efectos secundarios" muy comunes en los deportes de invierno.

Para evitar estas molestias, es fundamental calentar y estirar bien los músculos antes de realizar actividades que requieren mucho esfuerzo. Y volver a hacerlo, aunque más ligero, después del ejercicio ayuda mucho a prevenir que el dolor se apodere de tu cuerpo.

Cuando hacemos ejercicio, nuestra demanda de oxígeno aumenta y esto hace que nuestro cuerpo produzca más moléculas dañinas llamadas radicales libres* de lo normal. (*moléculas de oxígeno con un ión de más, que hacen que consumamos más azúcar de lo habitual). El efecto de los radicales libres provoca en nuestros músculos ese dolor y malestar aproximadamente al día siguiente de haber hecho el esfuerzo. En otras palabras, el famoso dolor muscular post-ejercicio.


Vitamina C contra las agujetas



Nutrientes ricos en antioxidantes como la vitamina C y los bioflavonoides (antioxidantes que se encuentran en los cítricos y en el té verde) pueden ayudar a contrarrestar el daño que sufren los músculos durante la actividad física. Si se toman regularmente, estos nutrientes reducen el riesgo de lesiones y, en caso de tenerlas, acortan el tiempo de recuperación. Toma un gramo de vitamina C y bioflavonoides dos o tres veces al día.

La Bromelina, un extracto de la piña, además potencia las propiedades antiinflamatorias del cuerpo. Toma 500 mg tres veces al día con el estómago vacío. Para un alivio rápido, de uso externo, recomendamos una pomada de árnica: si la aplicas dos o tres veces al día en la zona afectada, tus músculos adoloridos y cansados te lo agradecerán.