
El equipo de surf, como en todos los deportes, necesita cuidados que garanticen la práctica y seguridad en cada buena sesión llena de olas. Una tabla de surf es resistente y aguanta muchas jornadas surfeando, pero si no le das el mantenimiento necesario, por muy buena calidad que tenga, va a acortar su "vida útil".
Los rayos UV, la salinidad, la baja calidad de los materiales con los que están hechas las tablas de surf... Todo influye para que el equipo se dañe antes o después.
Ahora bien, si te preocupa que tenga abollones por las caídas o que en algún momento hayas ejercido más presión en un punto específico y se haya hundido un poco, no es necesario que la lleves a reparar de inmediato. Vas a poder surfear sin problema por mucho más tiempo incluso con abollones en tu tabla.
Otra cosa es que tenga un hoyo, por ejemplo. En ese caso y dependiendo de qué tan dañados estén los materiales de la tabla, puede que ni siquiera valga la pena llevarla con un shaper porque podría salirte más caro que comprar una tabla nueva. Tendrían que lijarla, emplastecerla y volver a tratarla para que se vea bien, así que piénsalo bien si la tabla está tan mal como para eso.
Reparar una tabla de surf requiere conocimiento y mucha experiencia, así que normalmente no es buena idea hacerlo uno mismo. En las escuelas y clubes de surf pueden recomendarte shapers excelentes cerca de ti. Te lo ponemos fácil: para consultar con algunos de los mejores surfers que tenemos en nuestro país solo tienes que dar clic aquí y ver todas las escuelas que hay en México para surfear.
