Dependiendo del tipo de esquiador que seas, tendrás que prestar más o menos atención a tu alimentación, es decir, no es lo mismo una persona que está al máximo en las pistas durante todo el día a alguien que lo toma con calma y prefiere ir poco a poco. Pero las bases de una dieta para esquiadores son las siguientes.

1. Presta especial atención a los carbohidratos
Es esencial, pues son los que mantendrán altos los niveles de glucógeno y nos ayudarán a tener energía para realizar esta actividad. Para ello, considera alimentos como pasta, papas o arroz y, eso sí, combínalos con proteínas que no tengan grasa, como pollo o pavo. No olvides las verduras y las frutas para completar la dieta.

2. El desayuno juega un papel fundamental
No olvides cargar bien la primera comida del día. Es importante que en él incluyas carbohidratos como cereales, tostadas, pan integral o galletas; acompáñalos con proteínas de la leche, queso, jamón serrano...; grasas como la mantequilla o los frutos secos; vitaminas de las frutas o los jugos (preferiblemente naturales).

3. No olvides un tentempié
Es importante que no pasen más de 3 horas entre comida y comida (lo ideal es hacer 5 comidas al día), así que recuerda llevar en tu bolsillo barras energéticas, frutos secos naturales o alguna pieza de fruta como plátanos.

4. Llega la hora de la comida
No olvides ingerir pasta, carne, pizza, sopa, pollo o verdura. Dependiendo del tipo de esquiador que seas, tal como te mencioné al principio, esto variará. Si eres un esquiador empedernido y no tienes tiempo que perder, es recomendable algo ligero como un sándwich o una tapa y algo caliente, como sopa.

Si eres de los que prefieren dar todo por la mañana, aprovecha para una comida más saciante, caliente y tan abundante como desees para tomar el sol en la pista, bajar con toda la calma del mundo...
5. Para cenar...
Es esencial que no pase mucho tiempo desde que dejas de hacer deporte hasta que cenes, por lo que es recomendable hacer una merienda-cena que incluya sales minerales y líquidos (de caldos y sopas), carbohidratos, vitaminas, proteínas y minerales.

6. Mantente hidratado
Aunque sientas que estás en la nieve, que no hace calor o no tengas sed, es muy importante que bebas abundantemente, ya que la sudoración que se produce con el ejercicio físico favorece la deshidratación. Lo ideal es beber cada 20 o 30 minutos líquidos como agua, infusiones o incluso bebidas isotónicas.

7. Evita el consumo de alcohol y cafeína
Aunque no lo creas, tomar alcohol en las pistas de esquí, con la altura a la que se encuentran, hace que éste se procese más rápido y puede afectarte al hacer maniobras durante los descensos.

Si tomas café, que sea descafeinado, pues la cafeína es diurética y provocará que tengas más ganas de ir al baño, con la pérdida de líquidos que eso implica.