
Planificar cuidadosamente una inmersión de buceo es sinónimo de éxito y, por supuesto, de diversión en el deporte que más te gusta practicar. Por eso, lo primero que debes considerar es que nunca debes bucear solo, especialmente si ya cuentas con los conocimientos suficientes para sumergirte a profundidades mayores a los 30 metros, donde pueden presentarse situaciones de peligro. Uno de los riesgos más frecuentes es el envenenamiento del cuerpo o narcosis por nitrógeno, también conocido coloquialmente como la "borrachera de las profundidades".
Esta alteración ocurre en inmersiones de buceo profundo como consecuencia de la alta solubilidad del gas utilizado para la práctica con el agua misma, lo cual afecta la conciencia del buceador. Aunque su efecto es reversible, puede provocar mareos, alucinaciones e incluso pérdidas del conocimiento, por lo que lo mejor es saber a qué nos enfrentamos ante una narcosis por nitrógeno y las precauciones que cualquiera debería seguir.
A mayor profundidad, mayor aumento de la presión y, por tanto, mayor densidad del aire. Esto provoca una crisis respiratoria que hace que nuestro organismo retenga el dióxido de carbono, lo que causa el envenenamiento o intoxicación.
Estudios recientes han demostrado que reducir el nitrógeno en la mezcla del gas utilizado para la inmersión disminuye este efecto, pero no se ha confirmado con total exactitud que este sea el detonante directo de la intoxicación, al igual que otros sugieren que son los compuestos químicos resultantes del nitrógeno, el dióxido de carbono y la presión, los que causan dicho envenenamiento.
Lo que sí es una realidad es que, a partir de los 60 metros en las inmersiones de buceo, el riesgo de sufrir narcosis por nitrógeno es altamente probable.

Hay que dejar claro que la narcosis es una intoxicación, no una enfermedad, y por tanto, reversible. Muy similar a haberte excedido tomando unas copas, pero no por ello debemos ignorar los síntomas, pues incluso uno solo de ellos puede terminar en un grave accidente.
Por lo general, los síntomas suelen aparecer en este orden:
- Torpeza mental, notando cómo gradualmente nuestro cerebro reacciona más lento.
- Ralentización considerable de los movimientos.
- Sensación de angustia, despreocupación e incluso euforia de forma inesperada.
- Pérdida del conocimiento o desvanecimiento, momento en el cual la situación se vuelve extremadamente peligrosa.

Como ocurre en cualquier situación de emergencia, seguir unos pasos clave evita que el momento se convierta en algo preocupante. Por eso, es importante seguir siempre estos consejos:
- Si no estás preparado para superar la barrera de los 40 metros de profundidad, no lo intentes. Bucear a estos extremos requiere preparación, metro a metro. No quieras correr antes de aprender a caminar.
- En cuanto notes el primer síntoma de narcosis, por leve que sea, comienza a ascender. Bastarán unos metros para que el síntoma desaparezca por la presión.
- Actúa igual si a partir de los -40 metros comienzas a sentirte eufórico. Unos cuantos metros hacia arriba y se habrá resuelto, por eso es casi vital entender nuestro estado de ánimo.
- No te esfuerces demasiado en inmersiones de buceo profundas. Un sobreesfuerzo a tales profundidades favorece la aparición de esta intoxicación.
- Si sientes que todo te cuesta más de lo normal, asciende un poco. Prestar atención a la coordinación mental y física es clave.
- Y, por supuesto, la máxima que todo buceador responsable que busque diversión debe seguir: nunca bucear solo.

Es cierto que la teoría es muy relativa a la práctica, ya que hay buzos que realizan la mayor parte de sus inmersiones entre los -20 y -40 metros de profundidad y nunca han sufrido narcosis por nitrógeno, mientras que otros aseguran haber sentido síntomas. Depende principalmente del estado físico del día en que vayas a bucear, pero también de la temperatura del agua ese día (especialmente si es baja) o si hay alcohol en la sangre, entre muchos otros factores que pueden hacer variar la curva de seguridad.
Siempre que se respeten las normas de seguridad del buceo, no tendría por qué pasar nada malo. Este es el mejor consejo que cualquier amante del buceo te puede dar. De hecho, si quieres tener una jornada de buceo extremo en cualquiera de las costas españolas, echa un vistazo aquí a todas las escuelas de buceo de nuestro país que te ofrecerán el mejor servicio.