Como te imaginarás, necesitarás ampliar el equipo que usas en el buceo diurno con dos fuentes de luz (una principal y una de respaldo), una luz química, luces intermitentes para marcar el punto de salida y una brújula. También será clave usar guantes para evitar cortes con las rocas y ropa abrigada.

Las luces
- La luz principal será la que usarás durante la inmersión. Debe ser la más potente para disfrutar al máximo. Elige focos en lugar de linternas, con mínimo 20 watts y una duración superior a 45 minutos. Hay dos tipos de focos: los recargables (más caros pero rentables si buceas de noche seguido) y los de pilas.
- La luz de respaldo se usa si se agota la principal. No requiere tanta potencia, pero sí suficiente para encontrar el camino de regreso.
- La luz química ayuda a que tus compañeros te ubiquen si tus luces fallan. Si buceas en grupo, elige colores distintos para identificar al guía y al último buceador. Estas luces solo son de posición (no iluminan) y duran unas 12 horas.
- Las luces intermitentes de posición te guiarán de vuelta. Colócalas en puntos altos y visibles desde tu zona de buceo, como el ancla de la embarcación, una roca grande o tu punto de salida.
Recomendamos llevar una linterna extra en tierra para prepararte y evitar gastar las de la inmersión.

La brújula
La brújula es esencial si planeas recorridos largos. De noche, la visibilidad se reduce a unos metros y los puntos de referencia diurnos prácticamente desaparecen.
Los mejores lugares
En tus primeras inmersiones nocturnas, elige zonas protegidas de oleaje y corrientes, con mareas estables. Prefiere sitios accesibles desde tierra (como calas donde puedas llevar el equipo en auto) y que ya conozcas de día.
No necesitas gran profundidad para disfrutarlo. Mantente siempre dentro de la curva de seguridad y evita la descompresión.
Cuando te adaptes a la oscuridad, serás más exigente con el lugar. Estos tips te ayudarán:

Espera 2 horas tras la puesta de sol para sumergirte; así la vida marina nocturna estará en su máximo esplendor.
- Elige zonas rocosas con huecos: de día muchos animales se esconden ahí y de noche salen a alimentarse.
- Evita acantilados sin grietas o cavidades, pues aunque de día rebosen vida, de noche quedan vacíos.
- Grutas y pecios tienen mucha actividad, pero no son recomendables por el alto riesgo de desorientación.
- Sorpréndete buceando en playas arenosas: de día parecen vacías, pero de noche son un hervidero de vida.
Disfruta la fosforescencia al mover manos o aletas. Son microorganismos luminiscentes (Dinoflagelados del género Noctiluca) del plancton. La primera vez que lo ves es... pura magia.
Planea la inmersión
Si en el buceo diurno ya es clave planificar, de noche es indispensable. Revisemos los detalles:

Prefiere noches de luna llena: facilitan el equipo y algo de luz llega a poca profundidad.
- Revisa todo tu equipo, lleva refacciones y herramientas. No habrá tiendas de buceo abiertas a las 10 PM si algo falla.
- Verifica que las luces tengan baterías al 100%. Bucear a ciegas no es divertido.
- Lleva el doble de luz del tiempo planeado para la inmersión.
- Coloca bien las luces de posición para orientarte al regresar. Si buceas desde embarcación, asegúrate de que tenga luces activas y que la tripulación esté alerta.
- Repasa las señales con tu grupo. Hay algunas específicas para buceo nocturno.
- Los grupos deben ser pequeños (máximo 4 buceadores).
- Infórmate del estado del mar, mareas y corrientes, especialmente en costas del Atlántico o mares tropicales.
- Avisa a la autoridad local sobre tu inmersión nocturna. Te dirán si está permitido, evitándote problemas en zonas restringidas (militares, pesca, etc.).
- Sigue la regla de los 3/3 con el aire: un tercio para ida, otro para vuelta y uno de reserva.
- Ubica hospitales o clínicas nocturnas cerca, por si ocurre un imprevisto.
- Al terminar, confirma que tienes todo tu equipo.
Bajo el agua, la diferencia con el buceo diurno es que solo ves lo que alumbran tus luces, lo que fácilmente desorienta. Estos consejos te salvarán:

Manejando los focos
- No encandiles a tus compañeros ni muevas la luz bruscamente.
- Mantén siempre una luz encendida para que te ubiquen.
- Si buceas desde embarcación, déjala en el horizonte para localizarla fácil.
- Salta al agua con todo el equipo de luz y flotación puesto, especialmente desde embarcación. Verifica antes si hay corriente.
- El líder debe asegurar el ancla y liberarla al terminar.
- Una buena flotabilidad evita golpes con compañeros o el fondo. Cuida no dañar la vida marina con aletazos.
- Al ascender, controla tu velocidad con el profundímetro, pues no habrá otras referencias.
- Evita que las luces se agoten bajo el agua. Nadie quiere bucear a ciegas.
- Disfruta la vida marina pequeña que aparece de noche. Explora cada rincón y te sorprenderás.

Obvio no puedes lanzarte así nada más. Necesitas un curso especializado, donde además de prepararte, tus instructores te mostrarán los encantos del "after" marino. ¡Y así, estarás más que listo!