Con la llegada del frío, las estaciones de esquí abren sus puertas a todos los amantes de los deportes de invierno. Excursiones con raquetas, motos de nieve... y una gran variedad de actividades son las que puedes realizar en la pista. En esta ocasión te hablaremos sobre el esquí de fondo, ¿habías escuchado hablar de él antes?
El esquí de fondo es un deporte que requiere tener una buena condición física, ya que durante la actividad trabajarás toda tu musculatura y resistencia. Para disfrutar de este deporte cómodamente y obtener buenos resultados, como te mencionamos, será conveniente que tengas una buena forma física, pero no te preocupes si no lo has practicado antes porque su técnica es fácil de aprender.
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En este artículo vamos a hablarte del esquí de fondo y nos enfocaremos principalmente en los tipos de técnicas que los esquiadores de esta modalidad pueden emplear para recorrer las pistas nevadas. Y quién sabe... tal vez te sirva de gran ayuda para comenzar tu aventura en este deporte.
La técnica clásica
Esta técnica es un claro ejemplo de un estilo mucho más sencillo. Esta modalidad te permitirá disfrutar de este deporte de una manera más tradicional a través de una serie de desplazamientos sobre los esquís.
Estos estarán equipados con un sistema de agarre o retención sobre la nieve (escamas, microporos o ceras de agarre), lo que te permitirá impulsarte con las piernas sin que los esquís se deslicen hacia atrás en las subidas. Para facilitar este movimiento, las máquinas que marcan las pistas trazan un riel llamado huella, donde el esquiador coloca sus esquís. El uso de los bastones, reforzado por el impulso de los brazos, ayuda al deslizamiento.
El paso más característico de esta técnica clásica es el paso alternado. Consiste en realizar deslizamientos alternados y frontales de ambos esquís, mientras que el brazo contrario a la pierna que se desliza hace fuerza con el bastón.
La técnica de patinador
Conocida como técnica de patinador debido a que se asemeja a la técnica del patinaje sobre hielo, surgió en los años 80, por lo que es una modalidad relativamente moderna. En este método se utilizan los cantos de los esquís como superficie de apoyo e impulso, sin que sea necesario otro mecanismo de agarre.
En este caso, los esquís no van dentro de la huella, sino que se deslizan de manera alternada y divergente; el impulso de los brazos es, por lo general, simultáneo y no alternado. Al no existir en la suela de los esquís ningún mecanismo de agarre, el deslizamiento es óptimo, por lo que se alcanzan mayores velocidades que con la técnica clásica.
En ambas técnicas se utilizan movimientos adaptados a los terrenos descendentes, similares a los de otras actividades de nieve, como el esquí alpino y el esquí de montaña: posición fundamental de descenso directo, media cuña, cuña, giros en paralelo, pasos divergentes o la posición de "schuss".
El esquí de fondo es una de las técnicas más interesantes para disfrutar de los valles nevados, así que si tienes dudas, lo mejor es que busques un buen profesional que te acompañe en tus primeras prácticas para después disfrutar de total libertad. ¿Qué puede salir mal?