
En este mundo tan tecnológico de hoy, todos hemos desarrollado una "sobredependencia" del teléfono celular que hace todo. Los smartphones nos han facilitado la vida, eso no hay duda, nos ayudan en nuestro día a día, pero al final son máquinas que también pueden fallar ¿no? Por eso vamos a dar unos pequeños consejos sobre qué hacer si nos quedamos sin GPS en la montaña, porque aunque no lo parezca, muy pocos montañistas salen teniendo estos consejos en cuenta.
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1. Haz un esquema mental de la zona que vas a recorrer
Lo primero que debemos hacer -y no por eso menos importante- es tratar de memorizar con un mapa la zona que vamos a explorar. Estudia el mapa como si fuera para un examen final, cada color y cada punto es importante: los caminos, los valles, ríos... en fin, la ruta y sus alrededores.

No dependas de otros montañistas que puedas encontrarte en la montaña, porque puede que no estén cuando los necesites. ¡Hay que ir preparado! Y por supuesto, llévate el mapa contigo.
2. Lleva siempre contigo una brújula
Suena cliché, pero te salvará de una mala experiencia. Este pequeño instrumento que marca el norte magnético es conocido por todos y no cuesta nada conseguir uno ni llevarlo en la mochila para estas situaciones.

Incluso sin el mapa es súper útil. Recuerda que debes alejarla de cualquier objeto metálico y usarla colocándola en una superficie plana como la mano.
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3. Haz una lectura del paisaje que estás recorriendo
El paisaje no se va a mover de donde está, por eso es recomendable tomar como referencia puntos naturales como árboles, arbustos, rocas, etc.

Decimos como referencia, porque por ejemplo en un día de neblina espesa o poca visibilidad, apenas vas a poder ver unos metros adelante.
4. Guíate por los sonidos y otras señales
Como último recurso, el oído te puede ayudar y más de lo que crees. Inconscientemente vas a estar escuchando sonidos y ruidos durante todo tu recorrido por la montaña. En el momento de confusión los recordarás y sabrás de dónde vienen, lo que junto con tu memoria visual te indicará el punto aproximado al que debes dirigirte.

Como siempre, es muy recomendable mantener la calma y pensar. No sirve de nada perder los nervios y empezar a caminar sin control porque puede ser mucho peor.