En el verano de 1977 Jorge Ibargoyen después de realizar su aprendizaje en ala delta en Argèles Gazost (Pirineo Francés) y a la edad de 16 años decide seguir continuando con la práctica de este deporte. Afortunadamente, gracias a la ayuda de su familia amplía sus conocimientos prácticos y teóricos.
En el año 1980 Joge Ibargoyen y Thomas Huster (Batzha) crean la Escuela Delta Bidasoa. Aplican en la enseñanza un simulador de ala sobre un vehículo móvil consiguiendo unos resultados muy satisfactorios. La escuela crece a nivel nacional e internacional recibiendo alumnos de Euskadi, del Estado y de Europa.
Las temporadas de invierno Batzha se dedicaba al ski y Jorge aprovecha para organizar algunas expediciones. En 1984 vuela del monte Kilimanjaro en Tanzania, y en años posteriores en diferentes zonas de Ecuador, Argentina, Chile, Venezuela, Australia, Estados Unidos y Europa.
En 1986 Jorge y Batzha deciden ampliar las actividades y añaden una nueva modalidad de vuelo. Así nace la Escuela Delta Parapente Bidasoa. Se utiliza un nuevo sistema de enseñanza para el parapente que es el torno fijo. Las clases prácticas tanto de ala como de parapente se imparten en la campa de Errotazahar (barrio de Ibarla) y también en la playa de Hondarribia. La escuela adquiere un importante crecimiento y para absorverlo es necesario la contratación de personal.
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Desde los comienzos de Centro de Vuelo Bidasoa Ala Delta, en 1980, las clases se impartían en una pequeña campa de Hondarribia hasta centralizar la enseñanza en la campa de Errotazahar del barrio de Ibarla en Irún.
Siempre hemos utilizado alas de última generación y en todo momento se han aplicado métodos de enseñanza revolucionarios que han facilitado y asegurado un buen desarrollo del aprendizaje:
De las alas de los años 80 a las actuales hay una notable diferencia en diseño y prestaciones. Se ha mejorado considerablemente el planeo aumentado la velocidad y perfeccionado los materiales de construcción. La postura de vuelo del piloto es en posición de prono (tumbado), los arneses y cascos son aerodinámicos y muy confortables.
La seguridad que ofrece un ala al volar es del 100% y la formación del piloto para llegar a un buen pilotaje debe de ser muy completa, por eso en Centro de Vuelo Bidasoa Ala Delta nos preocupamos de formar pilotos de calidad.
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Centro de Vuelo Bidasoa Parapente te acerca este apasionante deporte con el que vivirás emociones inigualables.
En 1986 comenzaron los primeros cursos de parapente en la campa de Errotazahar en el barrio de Ibarla de Irún. El parapente se utilizaba el torno fijo en las clases de formación, pero con el tiempo se fué variando el sistema de enseñanza hasta centralizarlo en la propia campa.
La evolución de los parapentes y de su práctica ha sido muy rápida. Esto ha creado problemas de saturación en muchas escuelas y el resultado ha sido una mala formación.
Existen parapentes biplazas y se utilizan en la formación, o simplemente para pasajeros que quieran probar el vuelo en parapente. Tener un buen nivel de pilotaje y control de la vela al volar es fundamental para un buen piloto. Llegar a un buen nivel técnico de vuelo requiere horas y experiencia.
El vuelo en parapente no es tan sencillo como parece, la postura del piloto es sentada y el pilotaje se hace por modificación del perfil de la vela. La vela o parapente no es un perfil rígido sino que por el contrario se deforma y en condiciones de vuelo fuertes o turbulentas está mucho más limitado que un ala delta.
Contacta con Centro de Vuelo Bidasoa Parapente y ven a disfrutar de una jornada emocionante y que dificilmente olvidarás.
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