Barranquismo en Madrid

¿Quieres saber dónde hacer barranquismo en Madrid? En función de las condiciones que nos hayan dejado las lluvias y los permisos, el único barranco practicable en Madrid es el de Somosierra. Pero no te preocupes, en esta guía te ayudamos a escoger alternativas muy cercanas y que merecen más la pena, ya que vas a vivir una experiencia diferente, que no te quedes con las ganas porque el barranco no cumpla con tu expectativas, ¿no?

La forma más simple de definir el barranquismo en Madrid en imaginarse un parque acuático compuesto exclusivamente de elementos naturales. Esta disciplina se conoce también como descenso de cañones porque lo que hacemos es bajar un tramo de un río siguiendo su cauce. En lugar de hacerlo caminando por la ribera lo hacemos desde su interior lo que nos da acceso a zonas que no puede alcanzar un turista habitual que esté de paseo por el campo.

Echa un ojo a este vídeo para que veas la aventura que te espera si al final te decides a hacer un descenso con nosotros:



Aunque existen barrancos secos por los que no corre agua los cañones disponibles en la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes son en su mayoría acuáticos. Esto quiere decir que forman parte de un río activo a lo largo de toda o la mayor parte del año. La intensidad de su cauce determinará los periodos adecuados para bajarlo ya que hacerlo cuando es más alto podría poner en peligro la aventura. Lo ideal es sumarse a esta actividad entre abril y octubre de forma que además evitaremos las bajas temperaturas de los meses más fríos.

Existen rasgos comunes a todos los barrancos de Madrid y alrededores. Con una instrucción previa del monitor que nos acompañará nos dejaremos resbalar por rocas a modo de toboganes, saltaremos hasta pozas desde distintas alturas y haremos destrepes caminando. Estas formas de progresión se pueden complicar tanto como queramos según el nivel al que pertenezca el barranco. Es importante tenerlo en cuenta para saber si es el que se corresponde con tu experiencia:

- Nivel I: para familias e iniciación ya que junto a sus obstáculos poco o nada complicados se une la ventaja de presentar un paso alternativo a los retos más difíciles del tramo a recorrer. Pueden ir niños desde los 8 años, los 12 o los 14 según el caso. No se exceden los 2 metros en los saltos a los que hay que plantar cara.

- Nivel II: aunque no hace falta experiencia su nivel medio viene determinado por alturas que alcanzan los 8 metros y mayores recorridos que necesitan participantes capaces de resistir el ejercicio al que va a estar sometidos. A cambio te llevas sensaciones más extremas que en el caso anterior. En ellos empiezan a entrar en juego los rápeles como técnica de progresión para el descenso con cuerda.

- Niveles III y IV: los van a disfrutar mucho quienes hayan pasado por este tipo de aventura anteriormente ya que conocerán mejor las técnicas que van a emplearse con el material colectivo que transporta el grupo compuesto de arneses y cuerdas. Existen rápeles que superan el centenar de metros y saltos radicales para los que no hay que tener miedo con el fin de tomar el impulso suficiente para alejarse de la pared de roca.

En Madrid tenemos el barranco de Somosierra en el Puerto del mismo nombre. Está a poco más de una hora de la capital y existen empresas que te llevarán desde allí en su propio transporte. Si quieres acercarte en tu coche tiene buenos accesos por carretera. Puede considerarse de un nivel de iniciación porque posee escapes a lo largo de todo el tramo para pasar de ese obstáculo que te da reparo aunque te recomendamos que los pruebes todos. Pueden hacerlo jóvenes desde los 14 años y se completa como mucho en 3 horas. Aquí puedes ver esta oferta.

La posición central en la península de Madrid es perfecta para moverse hacia otras provincias para hacer barranquismo. Otro descenso de iniciación interesante es el del Ventano del Diablo y está en Cuenca, a un cuarto de hora de la ciudad castellano manchega. Se hace todo el año con adultos y niños desde los 8 años. Los aventureros estarán hasta 2 horas y media en el interior de su cauce con un máximo de diversión y un mínimo de complejidad técnica. Aquí puedes ver esta oferta

En la Sierra de Gredos, ya en la provincia de Ávila, podemos probar el Barranco de Arbillas también para todos los públicos. Es una buena oportunidad para probar rápeles del nivel más sencillo porque tiene un total de tres. Para ello planificaremos un viaje de alrededor de 170 kilómetros desde Madrid. Aquí puedes ver esta oferta.

De vuelta a Cuenca podremos subir hasta un Nivel III en el Barranco del Arroyo de la Dehesa que posee los rápeles de mayor longitud de esta serranía. Habrá que haber cumplido al menos los 16 años por la exigencia de su recorrido que sobrepasa la media jornada llegando a las 5 horas. Aquí puedes ver esta oferta.

A todo barranquista se le presta el neopreno, el caso y un arnés en el caso de que existan pasos que requieran el uso de cuerdas. Ten previsto un bañador para poder llevarlo debajo y zapatillas con las que no sea fácil resbalar sobre la ropa. Mejor si no las tienes mucho aprecio para que puedas sumergirlas por completo en el agua sin contemplaciones y sacar el máximo partido de una aventura a la que tienes que unirte ya.