Ruta en moto de agua biplaza a Portlligat, 2h

Os tenemos una ruta en moto de agua por la Costa Brava que es un mimo para los sentidos. Relax, velocidad, preciosos paisajes marítimos, visita a pueblecitos costeros, atardeceres que se funden en el Mediterráneo… Todo esto es lo que te espera con nuestra excursión en moto de agua por Empuriabrava con la que, durante 2 horas, recorreremos varias localidades, playas y cabos para deleitarnos con los entornos que tanto caracterizan al litoral de Girona.

Para ello no te hará falta nada; ni licencia, ni conocimientos, ni materiales, ni nada, solo tener 16 años como mínimo. Todo lo facilitaremos nosotros, desde los materiales necesarios hasta el guía que os llevará por los rincones con más encanto de la Costa Brava. Por ello, lo único necesario para esta ruta en moto de agua por Empuriabrava, será ropa de baño, toalla, cholas, una muda y crema solar. Lo demás ya está planeado así que desentiéndete y ven mentalizado para vivir un derroche de adrenalina.

Nuestra ruta en moto de agua comienza como tal desde la localidad de Empuriabrava. Partimos desde un muelle cercano y atravesamos la bahía de Roses hasta llegar a nuestra primera parada, Cala Montjoi. Disfrutaremos de una playita íntima que está a los pies de un valle oculto en una ensenada y que está respaldada por pequeñas arboledas. Cuando veas su verdor fusionarse con la blancura de la arena y con el tono turqués del mar, quedarás enmudecido.

Navegaremos un poco por aquí, recorreremos su litoral y sus pequeños acantilados en busca del mejor punto para darnos un pequeño chapuzón, y cuando estemos listos continuaremos con nuestra ruta en moto de agua para llegar a Cala Jóncols, pasando previamente por el Cap Norfeu, una enorme saliente llena de riscos y pequeñas cuevas marinas. Una vez dejemos atrás esta mole rocosa nos vamos a Cala Jóncols, la vecina de Cala Montjoi, por lo que disfrutaremos de un paseo por una playa de características similares, aunque mucho más secreta y privada, por lo que toparnos con alguien será bastante difícil.

Una vez listos por aquí ponemos rumbo al recóndito pueblo costero de Cadaqués, encañonada en una bahía muy cerrada y repleta de pequeños islotes. Aunque sus playas tienen un encanto particular, visitamos esta localidad con la intención de admirar su preciosa arquitectura, ya que cuando lleguemos, veremos un pueblo de un blanco centelleante al borde del Mediterráneo, dejando unas vistas que recuerdan a una isla griega remota.

Tras pasear por aquí nos vamos a la bahía que se encuentra paralela a nosotros, e iremos a conocer Portlligat, otro pueblo costero similar al anterior, aunque este, abrazado por unas colinas llenas de vegetación que dan la sensación de que en cualquier momento la engulle. Eso, combinado con un mar celeste y una línea costera de casitas blancas, da una panorámica de ensueño. Ya para acabar, cuando hayamos disfrutado lo suficiente de este rincón, subimos al norte para visitar el imponente Cap de Creus, con unos acantilados gigantescos e infinidad de calitas a sus pies.

¿Suena o no suena a un plan de película? Adéntrate en la Costa Brava y descubre sus mejores lugares con esta ruta en moto de agua por Empuriabrava.