Descenso de Estrechos de Crispín en Redipuertas 4h

Al norte de la región leonesa, bien cerca de la frontera asturiana, encontramos el pueblo leonés de Redipuertas, donde se esconde una ruta de barranquismo ideal para estrenarse o para hacer junto con la familia y la compañía de los más pequeños, el descenso de los Estrechos de Crispín, un trayecto que se ha formado por el curso del río Curueño y que, pese a ser de iniciación, tiene todo lo necesario para disfrutar de una buena jornada de barranquismo.

Formad un grupo, haced una mochila con muda, toalla y botas de montaña, y venid dispuestos a liberar grandes dosis de adrenalina con la madre naturaleza como aliada. No hace falta planificar ni lo más mínimo, solo eso y la ruta más cercana hasta Redipuertas. De lo demás nos encargamos nosotros porque os daremos todo el equipamiento necesario y un guía experto que os acompañará y os dará una formación previa.

Esta ruta de barranquismo por los Estrechos de Crispín es un auténtico deleite y no solo por los rincones tan divertidos que tiene y su paisaje verde y frondoso, sino también, porque es muy desconocido. Pocos saben de la existencia de este descenso por lo que es una opción ideal para estrenarse sin estrés, complicaciones o aglomeraciones, así que tendrás un día de aventura con los tuyos en completa intimidad.

Descender por los Estrechos de Crispín es sinónimo de diversión garantizada y además, de la manera más sencilla posible. Es corto, es familiar y es emocionante. Desde el principio nos enfrentamos a destrepes, a largos y serpenteantes toboganes, a saltos a piscinas naturales inundadas por aguas frescas y transparentes, y a varios puntos en los que tendremos que descender en rápel. Una cadena de retos en un entorno con un misticismo particular y una magia envolvente y embriagadora por la gran cantidad de simas tapizadas de vegetación que nos encontraremos.

Nos toparemos desde el comienzo con una cadena de toboganes de 1 y 2 metros. Continuaremos para encontrarnos con otro, pero esta vez de 3 metros y con un fuerte rebufo al final. Nos deslizaremos a toda velocidad hasta posarnos cerca de un vacío de 6 metros que tendremos que superar descendiendo en rápel, o saltando, lo que más te pida tu espíritu aventurero. Tras ello vendrá una secuencia de varios toboganes que nos prepararán para el último de 20 metros de longitud que discurre por el interior del cañón y para acabar, nos enfrentaremos a otro rápel final de 10 metros de altura.

¿Habías visto algún barranco familiar tan completo antes? Te garantizamos que encontrarás pocos y mucho menos con este paisaje tan exótico. Prepara tu mochila, llama a tus colegas (o familiares) y venid a disfrutar de una ruta de barranquismo por los Estrechos de Crispín.