Saltar de un puente sujeto por los pies gracias a una goma elástica puede parecer una locura arriesgada y completamente descabellada. No sorprende saber cuánta gente se echa atrás antes del gran salto. Sin embargo, el puenting tiene sus orígenes en tradiciones ancestrales llenas de significado.

Se atribuyen los inicios de esta práctica a un archipiélago del Pacífico, concretamente a la isla de Pentecostés. En estas tierras de tradición, los jóvenes de la tribu Vanuatu practicaban el puenting, aunque aún no llevaba ese nombre.
La razón es simple: el paso a la edad adulta.
Para estos chicos, era necesario demostrar su valentía y valor al resto de la tribu lanzándose desde una torre de 25 metros con una liana atada a los tobillos.
La popularización de esta práctica en el resto del mundo se debe a Alan John Hackett, un neozelandés que dio a conocer el concepto con un salto desde la Torre Eiffel en 1987.
¡Desde entonces, muchos amantes de las emociones fuertes han decidido probarlo!
Hoy en día, esta actividad está abierta a mayores de 16 años y con un peso mínimo de 40 kg. Los menores necesitarán autorización paterna.
Existen múltiples modalidades que permiten todo tipo de fantasías. Puede realizarse desde zonas de salto como puentes, acantilados, grúas o plataformas diseñadas específicamente. Puedes saltar solo, en pareja, ¡incluso hay saltos en pelotas o con acrobacias!
Los riesgos
El puenting despierta los miedos más profundos del ser humano, pero también por eso la adrenalina es tan intensa.
El vértigo o el miedo al vacío son fobias ancestrales, arraigadas en nuestra mente consciente de su impotencia ante la gravedad, así como el deseo de volar es uno de nuestros sueños más recurrentes.
El miedo es una reacción natural que nos alerta de riesgos. Pero no siempre hay peligro real porque sintamos miedo.
Por ejemplo, el principal temor es que la goma se rompa o suelte.

Debes saber que el puenting es una de las actividades extremas con menor índice de accidentes. La explicación es sencilla:
Desde su popularización, existen regulaciones que garantizan la calidad del material mediante estrictos controles periódicos. Las gomas se renuevan frecuentemente: una goma con 1500 usos potenciales se cambia cada 500 saltos como máximo.
Normalmente te sujetarán por tobillos y cintura como doble seguridad.
Además, no requiere conocimientos previos, lo que reduce accidentes por inexperiencia. Solo debes saltar y vivir el momento al máximo.
El segundo miedo común es sufrir un paro cardíaco o lesiones físicas: En centros profesionales nunca ha ocurrido. Elige bien tu centro y comprobarás que no hay impacto brusco cuando la goma alcanza su máxima extensión, y los rebotes son rápidos pero suaves.
Pero ninguna estadística elimina el miedo. Todo el mundo lo siente, desde que decides vivir esta experiencia hasta el salto. Pero una vez en el aire, solo notarás la liberación de adrenalina al ritmo de tu corazón.

Consejos prácticos antes de saltar
No pienses demasiado antes de saltar. El monitor hará una cuenta atrás si lo deseas, ¡y cuando toque saltar, hazlo! No mires abajo inmediatamente y vacía tu mente para disfrutar al máximo.
Viste ropa cómoda y evita tejidos que puedan causar rozaduras. Consulta al equipo al reservar.
Si te animas, ¡esperamos tus experiencias en nuestro foro dedicado al puenting!