Subir a un kayak es una experiencia única, ¡y no debes preocuparte si es tu primera vez! Un monitor te explicará cómo usar el material y manejar la embarcación. Déjate guiar y ¡disfruta!

Si ya eres experto o has practicado este u otros deportes acuáticos, solo tienes que elegir el tipo de kayak que mejor se adapte a ti:
Kayak en aguas tranquilas:
Ideal para principiantes, te permitirá familiarizarte con la embarcación, el equipo y las técnicas básicas.
- Kayak de río: Este kayak es corto y plano. Requiere buena condición física para transportarlo.
- Kayak de eslalon: Equipado con asas para mayor seguridad. Sus dimensiones son mayores que las del kayak de río: longitud mínima de 3,50 m.

Kayak en aguas bravas:
Cuando tengas experiencia, ¿por qué no probar el kayak en aguas bravas? ¡Es una aventura que hay que vivir! En España, numerosos ríos con rápidos y corrientes te permitirán practicarlo cerca de casa.
Estos kayaks son más cortos para mayor maniobrabilidad. Casco y chaleco salvavidas obligatorios. ¡La seguridad es lo primero!
- Estilo libre: ¡Juega con tu kayak! Con este modelo corto podrás hacer figuras aéreas, sumergir parcialmente la proa, rebotar y más...
- Descenso recreativo: Muy popular en recorridos cortos. Descubrirás nuevas sensaciones en plena naturaleza. ¿Interesante, no? Además, ¡puedes competir con amigos o familia!
- Extremo: Recorridos más largos y de mayor dificultad. Exige mayor riesgo y requiere buen entrenamiento o supervisión profesional.
- Eslalon: Disciplina olímpica. Debes completar el recorrido pasando por "puertas" en orden establecido, sin penalizaciones y en el menor tiempo.
El kayak y el turismo activo te brindan la oportunidad de practicar deportes originales, descubrir nuevas sensaciones y, quién sabe, quizá una nueva pasión.