Si tienes en mente renovar o escoger por primera vez tus botas de esquí, lee con mucha atención estos consejos que seguro serán de utilidad.
Es muy importante que elijas unas que se adapten a la perfección a tus pies, pues si te son incómodas pueden arruinar tu día en la nieve. También tienes que tener en cuenta que es imprescindible que sean resistentes y capaces de guardar el calor dentro de la bota.
Detalles a tener en cuenta
- Talla de la bota. Para llevar a cabo la compra es muy recomendable que confíes en un experto. El pie te debe quedar ajustado, pero como comentábamos unas líneas más arriba, no debe apretar. La talla se mide en "mondopoint": longitud en centímetros del largo del pie.
- Sujeción. El pie ha de estar sujeto tanto en pies como en tobillos. Es importante que los dedos de los pies se puedan mover con total libertad.
- Inclinación. El grado de flexibilidad que han de tener las botas se mide mediante el "Flex": cuanto menor sea, más flexibles son las botas y viceversa. Las botas más rígidas son perfectas para esquiadores expertos. También dependerá del tipo de esquí que se quiera practicar
- Rigidez. Gracias a ésta los apoyos del pie se verán mucho más potenciados.
Cuando te pruebes las botas...
- Ten en cuenta que si notas algún tipo de molestia, ésta no mejorará con el uso del calzado, es más, puede que empeore.
- Ponte los calcetines que utilices habitualmente para ir a esquiar y nunca uses doble calcetín porque podría ser perjudicial para la circulación.
- Si la bota te cierra sin problema, piensa que puede que te quede suelta en la nieve, ya que el pie, con el frío, tiende a deshincharse.
- Los dedos tienen que tocar de forma ligera la punta de la bota, si no lo hacen es que te queda grande y si lo hacen de forma exagerada es que necesitas una talla más.
- Al caminar con las botas puestas el talón no debería separarse de la parte de atrás de la bota. Si lo hace, es porque te queda grande.
- Haz pruebas con las piernas rectas y flexiónalas. En función de la movilidad que tenga el pie dentro de la bota en ambas posiciones podrás averiguar si estás en la talla correcta o si, por el contrario, tienes que cambiar a una mayor o menor.
- Desconfía de las botas demasiado cómodas. Puede ser una paradoja, pero si en la tienda das con unas botas que tengan la parte del botín (en el interior de la bota) muy ligero y suave, puede que a la hora de utilizarlas sobre los esquís pierdas precisión y sujeción.
