La práctica de un deporte extremo es una oportunidad para salir de la monotonía cotidiana. Y no hay deporte extremo sin riesgos. El barranquismo forma parte de esas actividades que fascinan más de lo que asustan. Sin embargo, siempre hay que tener presentes los riesgos, así como la forma de minimizarlos.

Los riesgos
El barranquismo a veces ocupa portadas de periódicos sensacionalistas, y no precisamente en la sección de buenas noticias.
Entre los principales riesgos que puedes encontrarte al practicar barranquismo, destacamos, por orden de importancia:
La crecida súbita:
El aumento repentino del caudal del agua es la causa de accidente más temida. Además, los barrancos, al haber sido esculpidos por el agua durante años, suelen presentar paredes que impiden a los aventureros abandonar el recorrido antes de tiempo. Este paraíso natural puede convertirse rápidamente en una trampa mortal debido a la falta de vías de escape.
El desconocimiento del terreno:
Los remolinos bajo las cascadas, los desprendimientos de rocas, la mala estimación de la profundidad, la presencia de obstáculos naturales... Todos estos factores de riesgo están ligados al entorno que pisas. Por eso es fundamental no lanzarse a la aventura sin haber recabado toda la información necesaria.
La competencia desleal:
Existe una gran competencia entre las empresas que ofrecen actividades de barranquismo, y algunas priorizan la rentabilidad en detrimento de la seguridad. Verifica que se cumplan las normas básicas, como el uso de cascos homologados. ¡No dudes en informarte y comparar!
Subestimar el peligro:
Subestimar el riesgo ya es un peligro en sí mismo. El barranquismo, tan lúdico y hermoso, a menudo nos hace olvidar que sigue siendo una actividad de montaña, con sus técnicas y particularidades.

Los consejos
Los riesgos son parte del juego. No obstante, es posible mitigarlos siguiendo algunas recomendaciones.
Como hemos visto, hay muchos factores a considerar: desde la temperatura del agua hasta la morfología de las gargantas, pasando por la normativa vigente. Por ello, se recomienda encarecidamente:
Contactar con profesionales cualificados:
Acudir a un club o asociación seria es la forma ideal de formarse y anticipar riesgos. Ellos te ayudarán a:
- Elegir tu equipo
- Encontrar un recorrido acorde a tu nivel
- Recibir supervisión óptima
- Practicar en condiciones seguras
Mantener la humildad:
La humildad es un valor esencial en los deportes extremos. Reconocer la fuerza de la naturaleza, respetarla sin querer retarla o dominarla. Lo importante es identificar los peligros que esconde tras su belleza. El barranquismo está intrínsecamente ligado a la naturaleza, por lo que el respeto es primordial.
Se aconseja caminar por los bordes del torrente en lugar de dentro del agua si la profundidad es inferior a 40 cm. El pisoteo del lecho causa problemas ambientales, lo que ha puesto al barranquismo en el punto de mira de grupos ecologistas.
Evitar el espíritu competitivo:
Con los años, ha surgido un espíritu competitivo donde antes no existía. Querer superar al compañero es la peor actitud posible en un deporte como este.

Siguiendo estas recomendaciones, el barranquismo sigue siendo un deporte lleno de emociones fuertes.
Minimizar el riesgo implica tomar precauciones antes, durante y después de la actividad. Sin un mínimo de seguridad, no hay diversión. Sin un mínimo de peligro, no hay desafío. Todas las actividades conllevan riesgos si el practicante no es responsable.
Por eso, en la práctica, este deporte sigue siendo una experiencia increíble: descubrir una actividad, un barranco, un paisaje y, también, a uno mismo.
No dudes en plantear tus dudas en nuestro foro de Barranquismo antes de contactar con un profesional. ¡Y estarás listo para vivir la aventura del barranquismo!
