No se sabe con exactitud dónde surgió el canotaje. Existen desde hace miles de años. Arqueólogos han encontrado rastros de canoas en ruinas de más de 8,000 años de antigüedad.
Hoy en día, el canotaje se considera una actividad recreativa, pero no siempre fue así, ya que en sus orígenes se usaba como medio de transporte, especialmente para viajar entre islas en América del Norte.
Su diseño ha evolucionado hasta nuestros días, convirtiéndose en un medio de transporte muy resistente, capaz de soportar cargas pesadas en casi cualquier condición y en todo tipo de aguas. Eran perfectos, por ejemplo, para navegar en las aguas de América del Norte, llenas de lagos, ríos y aguas oceánicas...
Cuando los europeos llegaron a la región, encontraron la idea del canoa muy práctica y comenzaron a interesarse por la sofisticada técnica que los nativos americanos usaban para fabricar canoas eficientes y fáciles de usar.
Hoy en día, muchas familias lo disfrutan como actividad recreativa por su accesibilidad y facilidad de uso, aunque algunas comunidades aún lo utilizan como transporte.
Lo que más atrae es su lado relajante:
No hay motores que arruinen los sonidos de la naturaleza o el ruido de tu remo en el agua tranquila. El canotaje te permite escapar un poco del mundo moderno y sumergirte en la naturaleza auténtica de lagos y ríos.
Por eso, en cualquier lugar donde haya agua, encontrarás un club que te permita rentar estas embarcaciones.
Aunque siempre debes usar un chaleco salvavidas, es indispensable saber nadar para practicar canotaje. Es la única condición que debes cumplir para embarcarte en esta aventura poética y conectar con la flora y fauna.
Un remo, una canoa, un chaleco, ¡y listo! Un tip para elegir el remo correcto: si lo sostienes verticalmente frente a ti, de pie, debe llegar al nivel de tus ojos.
Divertido y emocionante, reúne a personas de todas las edades y condiciones físicas. Además, existen diferentes tipos de canoas: individuales, para dos personas con opción de llevar un niño como tercer pasajero... así como canoas adaptadas para distintos tipos de descensos o paseos.
Para los más deportistas, las empresas de canotaje ofrecen rutas con distintos niveles de dificultad y dinamismo.
Unos rápidos para darle emoción al descenso suelen ser fuente de risas y desafíos, incluso para los más pequeños, dependiendo de la dificultad y categoría del río que navegues.
También es posible emprender travesías de varios días con un guía que te llevará de campamento y te revelará los secretos de las riberas más hermosas.
Un último punto, y no menos importante, es el beneficio para la salud. Además de ser una actividad al aire libre, el canotaje es un ejercicio físico y saludable. ¡Y es que tu embarcación se mueve con la fuerza de tus brazos! ¡A remar!
También deberás controlar tu centro de gravedad, manteniéndolo lo más bajo posible para ganar estabilidad durante el descenso, al subir o al salir de la canoa. Puede parecer sencillo, pero embarcar y desembarcar no siempre es fácil.
¿Sabías que no se recomienda pararse dentro de una canoa?
Otro plus es que puedes nadar, hacer un picnic junto al agua, y el precio es muy accesible. ¿Qué más se puede pedir?
El canotaje es una forma divertida, saludable y familiar de pasar una tarde, un día o un fin de semana en familia.
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¡Nos vemos en el agua!
