Sol, altas temperaturas, el famoso anticiclón de las Azores... y nosotros desesperados porque no nieva. Aunque seguimos dependiendo en gran parte del clima, la nieve artificial se ha convertido en un complemento indispensable, especialmente en las estaciones españolas donde el clima no siempre es tan favorable como nos gustaría a los esquiadores y snowboarders. Pero no te preocupes, aquí podrás encontrar más información sobre las diferentes opciones en las estaciones de esquí.

Hoy en día, con dos o tres nevadas fuertes, las estaciones de esquí pueden mantener sus pistas en buenas condiciones durante toda la temporada gracias a este milagro de la tecnología. Veamos cómo se logra.

Lo primero que debemos entender es que la nieve "artificial" es nieve real, sin ningún ingrediente químico; la única diferencia es que se produce mediante máquinas, por lo que en los últimos años se ha optado por llamarla nieve "producida". Los copos de nieve son simplemente cristales de hielo. De manera natural, el agua se evapora de ríos, mares y lagos. Esta humedad en el ambiente, cuando se dan ciertas condiciones de saturación del aire, cae de nuevo a la tierra en forma de lluvia o, si hace suficiente frío, en forma de nieve. Durante su caída, los cristales originales absorben más agua, formando las famosas estructuras que todos conocemos.


Nieve artificial


Tipos de copos de nieve

Las máquinas lo que hacen es acortar este proceso. No hay fase de evaporación; en su lugar, el agua es bombeada desde un depósito, lago o río hasta los famosos cañones. Allí, se encuentra con aire a presión que la pulveriza hacia el exterior. El frío ambiente hace el resto, congelando estas diminutas gotas de agua antes de que caigan al suelo. El resultado: nieve. Aunque si la observáramos al microscopio, veríamos bolitas irregulares en lugar de la estructura típica, debido a la rapidez del proceso.

Pero no toda la nieve producida es igual. De hecho, puede ajustarse a nuestras necesidades. Lo primero es decidir la cantidad de agua. Aunque la nieve seca, con poco agua, suele ser mejor para esquiar por sus propiedades de deslizamiento, a veces es más conveniente producir nieve más húmeda. La razón principal es el mayor volumen que se obtiene, lo que permite cubrir más rápido zonas erosionadas por el paso de los esquiadores. O al inicio de la temporada, para crear una buena base, añadiendo después nieve seca encima. Para mantener las pistas en buen estado, es clave contar con temperaturas suficientemente bajas y un buen trabajo con las máquinas pisanieves.

Nieve artificial saliendo de los cañones


El segundo factor importante es la frecuencia de producción. Simplemente, la nieve "fresca" es mucho más divertida y fácil de esquiar. Lo ideal sería producir al inicio de la temporada un gran volumen de nieve muy densa para crear una base sólida, y luego generar nieve más seca y ligera tan seguido como lo permita el clima local.

  • Agua

El principio. Aunque impresiona que muchas estaciones tengan cañones en más del 80% de su superficie esquiable, lo más importante es la cantidad de nieve que pueden producir en un tiempo determinado, ya que esto determina su capacidad para abrir pronto o cubrir zonas con nieve fresca durante la temporada. Todo esto depende de la cantidad de agua disponible y la capacidad de bombeo de sus instalaciones.

Pero, una vez que se tiene el agua, ¿qué se hace para convertirla en nieve? Hay que enfriarla antes de bombearla a los cañones. En términos físicos, el frío no existe como tal, sino que hay una transferencia de calor de un cuerpo más caliente a uno más frío. Cuando el agua se congela, libera calor hasta cristalizarse por completo. Se asume que esto ocurre a 0°C, pero en realidad solo es válido bajo condiciones muy específicas (agua destilada, 1 atm de presión).

Polvo de nieve de artificial


Cuando miramos un termómetro, vemos la temperatura "seca". Esto puede servir para decidir si abrigarnos, pero no para producir nieve. Debemos conocer la humedad del ambiente.

Por ejemplo, con el cuerpo humano: a 25°C y 95% de humedad, sentimos calor y sudamos. Este sudor se evapora, pero en un día húmedo, el aire no puede absorber tanto como en uno seco, como a 30°C y 20% de humedad, donde perdemos calor más rápido y la sensación de calor es menor, aunque la temperatura sea más alta.

Este mismo principio afecta la producción de nieve. Cuando la humedad es del 100% (aire saturado), las temperaturas seca y húmeda coinciden en el punto de rocío. Pero si hay poca humedad, aunque el termómetro marque más de 0°C, se puede producir nieve gracias a la capacidad del ambiente de absorber humedad y congelar las gotas pulverizadas por el cañón. El límite suele ser unos 4°C con humedades muy bajas.


Canon airless



  • Aire

La clave para que todo funcione. El aire cumple un doble propósito: por un lado, "rompe" el agua en partículas del tamaño adecuado para que se congelen, y por otro, el mismo chorro de aire inicia el proceso de congelación.

Al comprimirse, el aire (una mezcla de gases) aumenta su presión y temperatura. Pero al expandirse, el proceso se invierte: libera energía mecánica y absorbe calor, enfriando el agua pulverizada.

Capacidad del sistema

Para medir la capacidad de un sistema de nieve, se consideran dos variables: el volumen de aire comprimido (en m³/min) y la presión a la que se comprime.

La compresión se realiza en varias cámaras en serie con turbinas, en dos o tres etapas (de 1 atm a 2, 5 o 10 atm). A mayor presión, más energía mecánica y capacidad de producir nieve a temperaturas menos frías.


Fabricando nieve artificial


Maximizando el beneficio

Comprimir aire a alta presión es costoso (hasta 300,000 € por compresor y 1.2 millones de € anuales en operación), por lo que las estaciones optimizan cada recurso. El aire caliente se enfría en aftercoolers para evitar humedad en los conductos y garantizar nieve homogénea.



  • Cañones
Funcionamiento y tipos:

Los cañones son básicamente tuberías donde se mezclan agua y aire. Existen dos tipos:

Cañones de baja presión (airless):
- Más económicos (desde 12,000 €), pero difíciles de mover.
- Usan ventiladores para pulverizar el agua.

Cañones de alta presión (air/water):
- Los más comunes (360–1,800 € por unidad).
- Eficientes, adaptables a distintas temperaturas y más silenciosos.


Canon air-water


  • Computadoras
Una ayuda invaluable. Reducen costos de energía y mano de obra al controlar bombas, compresores y calidad de nieve en tiempo real, ajustándose a las condiciones climáticas.


Produciendo nieve


¿Nieve artificial y medio ambiente son incompatibles?

La nieve artificial no usa químicos, solo agua. Aunque una estación media consume 35,000 litros por minuto, el impacto es mínimo: el agua se recicla al derretirse y volver a los depósitos. Además, una nevada natural de medio metro equivale al agua usada en toda una temporada. La oposición suele basarse en desinformación o intereses políticos.