
Este es el paso más importante de todos, pues sin él, obviamente, no habría viaje. Debes tener claros aspectos como tu presupuesto, nivel de esquí y con quién viajas. No es lo mismo ajustar el precio del viaje a que el dinero no sea una preocupación para ti, así como no es lo mismo ser principiante que experto, ni viajar con amigos que con niños.
Una vez que tengas estos puntos claros, es momento de ponerte manos a la obra. En España y Europa hay diversas estaciones de esquí, y puedes encontrar lugares muy económicos.

Si vas a viajar con niños, puedes optar por una estación familiar, como Vallnord, donde hay clases de esquí para niños, zonas infantiles donde dejarlos mientras tú esquías, etc. También hay lugares como Grandvalira, donde toda la familia puede practicar diversas actividades y deportes juntos, como construir iglús, mushing o tubbing, entre otros.
Dependiendo de tu nivel, lo más recomendable es que elijas una estación con más pistas que se adapten a ti: si estás empezando, es mejor que haya más pistas verdes, y si eres experto, cuantas más pistas negras, mejor.

Una vez que decidas a qué estación de esquí irás, el siguiente paso es escoger alojamiento, coordinando las fechas disponibles con tu itinerario.

El tipo de alojamiento dependerá de con quién viajes. No es lo mismo ir en pareja o con un grupo pequeño que con familia o un grupo grande de amigos. También influirá tu presupuesto, ya que puedes encontrar desde hostales hasta apartamentos y hoteles de 5 estrellas.
Hay opciones desde al pie de las pistas (que suelen ser más caras) hasta lugares más alejados (ahorrarás dinero, pero necesitarás transporte para llegar a las pistas, así que evalúa si el ahorro vale la pena).
Si viajas con niños, lo ideal es alojarte lo más cerca posible de las pistas y que el lugar ofrezca transfer (transporte privado en autobús, minibús o camioneta) directo al hotel por si los niños se cansan y necesitan regresar.

Muchos lugares ofrecen paquetes completos con alojamiento + transporte + forfait, pero si lo organizas por tu cuenta, probablemente ahorres algo de dinero.

Aquí hay dos factores clave: nuevamente, el presupuesto y la distancia a la estación. No es lo mismo ir de Madrid a Sierra Nevada que a Andorra o los Alpes. Y menos si llevas tu propio equipo.
Mucha gente opta por la comodidad del avión, ya que con una buena búsqueda puedes encontrar vuelos económicos y ahorrar tiempo. Pero muchos esquiadores prefieren ir en su propio auto (o camioneta, dependiendo del grupo).

Para esto, considera principalmente la distancia entre tu alojamiento y las pistas. Si vas en auto, no hay problema, pero si no, tendrás que rentar un vehículo (recomendable con seguro a todo riesgo) o usar transporte público o transfer.

No olvides contratar un portaesquís para transportar tu equipo en caso de que la estación no cuente con guardaesquís.
Si tienes equipo propio, llévalo. Pero considera que transportarlo puede aumentar el costo (a menos que vayas en tu auto).

Si lo rentas allá, muchas estaciones ofrecen servicio online de alquiler con reserva anticipada (una semana antes, aproximadamente) para asegurar disponibilidad. Es recomendable contratar un seguro adicional por pérdida, robo o daño. No es muy caro y te evita pagar más en esos casos.
Otras recomendaciones
- Antes de organizar el viaje, revisa el clima. Aunque parezca obvio, a veces se asume que habrá nieve en ciertas fechas o que las condiciones serán perfectas, pero todo puede cambiar en el último momento.
- Contrata un seguro de viaje. No es caro (puedes encontrarlos desde 30€ por semana) y te ayuda en caso de accidentes, hospitalización, pérdida de equipaje o cancelación de vuelos. Si viajas fuera de España, también puedes tramitar la tarjeta sanitaria europea. ¡Infórmate bien!

- Planifica bien tu viaje: conoce restaurantes, estacionamientos, pistas, instalaciones de la estación y rutas.
- Ubica supermercados cerca de tu alojamiento. Si quieres ahorrar, puedes comprar comida y cocinar en tu hospedaje en lugar de incluir desayuno y cena.
- No olvides las cadenas. Ya sea en tu auto o uno rentado, siempre lleva cadenas para las llantas.