Para empezar, los ultraligeros motorizados designan un conjunto de aeronaves cuya suspensión está asegurada por un motor. Cumpliendo ciertos criterios de clasificación, estos están sujetos a regulaciones menos exigentes que las de aviones más pesados, haciéndolos más fáciles de pilotar y menos costosos cuando se trata de ser pasajero. Su reino se divide en varias clases, de 1 a 6, según sus características y su potencia.
El ultraligero de clase 1 es bien conocido por el público: ¡simplemente se trata del paramotor! Sin embargo, puede ser difícil distinguir las demás clases entre sí y diferenciar las especificidades asociadas a sus nombres misteriosos. Como cada aeronave te garantiza una experiencia de vuelo única en su tipo, hemos elaborado esta breve guía para que elijas tu embarcación según la aventura aérea que sueñas vivir.
Clase 2: el ULM pendular
Clase 3: el ULM multieje
Clase 4: el ULM autogiro

Clase 2: el ULM pendular
Comenzamos esta lista con un ultraligero de la clase de los PULMA, o planeador ultraligero con motorización auxiliar. Subclase de los ULM que agrupa las clases 1 a 3 y donde se incluyen los pendulares más ligeros, se caracterizan por una masa máxima total inferior a 170 kilogramos y una potencia máxima continua de hasta 25 kW en monoplaza.
El pendular es una aeronave motorizada similar a un ala delta, salvo que su suspensión está asegurada por un motor ubicado en la parte trasera de un carro unido a la vela semirrígida que ya conoces. Su nombre proviene de su sistema de funcionamiento, ya que su ala delta actúa como un péndulo que sostiene su centro de gravedad: el carro. En términos de regulación, está limitado a una velocidad convencional de aterrizaje de 65 km/h, una potencia máxima de 45 kW y una masa de 300 kilogramos (60 kW y 450 kg para biplaza, respectivamente).
La principal diferencia entre el pendular y otras clases de ULM es que el carro está completamente abierto: ¡la experiencia de vuelo se vive directamente en contacto con el aire, al estilo de un ala delta! Dado que ninguna pared obstruye tu visión y gracias a los movimientos pendulares de la aeronave, el ultraligero de clase 2 es ideal para vuelos panorámicos y sensaciones fuertes.

Clase 3: el ULM multieje
El multieje es el ultraligero más pesado de la clase de los PULMA: su nombre proviene de los tres ejes de control de vuelo que posee. Si su nombre no nos dice mucho sobre su apariencia, en realidad corresponde a un pequeño avión carenado.
En términos de características legales, el multieje se define como una aeronave con una ala fija, no semirrígida (lo que comúnmente llamamos alas). Está limitado a 70 km/h en velocidad constante mínima de vuelo en configuración de aterrizaje, una potencia máxima de 65 kW en monoplaza (80 kW en biplaza) y un peso máximo de 330 kg o 500 kilogramos en biplaza.
Se distingue de otros planeadores por su carácter más cómodo. De hecho, cuenta con una cabina cerrada, garantizando una experiencia de bautizo más similar a la aviación que a un vuelo en ala delta. Más ligero y con menor consumo que los aviones pequeños clásicos, el multieje es más accesible que los modelos grandes, convirtiéndolo en una opción atractiva si buscas una aventura aérea con todo el confort.

Clase 4: el ULM autogiro
Autogiro, autogyro o incluso girocóptero, ¡tres grafías diferentes para designar un mismo aparato con apariencia de pequeño helicóptero! Inventado en España, el autogiro está equipado con un ala rotativa libre, es decir, una hélice accionada por un rotor generalmente ubicado en la parte trasera de la aeronave.
Atención, no debe confundirse con el ULM helicóptero, que corresponde a la clase 6 de los ultraligeros. A diferencia de su "hermano mayor", el rotor del autogiro se acciona principalmente por la fuerza del viento generada por la velocidad en vuelo: por lo tanto, no puede volar en estacionario, mientras que el helicóptero no tiene problema para mantenerse en el aire. Poco a poco reemplazado por los ULM de clase 6, el autogiro te garantiza un viaje en el tiempo, a la época en que los helicópteros aún no existían: una experiencia auténtica y fuera de lo común en perspectiva.
La ventaja número uno de los autogiros es su versatilidad. Algunos tienen una cabina cerrada, otros están completamente abiertos al estilo de los pendulares. Ya prefieras el confort o la suave caricia del viento en tu rostro, el girocóptero te ofrece una experiencia adaptada a todos los aventureros del aire libre.
En cuanto a sus características, tiene una potencia máxima de 85 kW en monoplaza y 105 kW en biplaza. Las regulaciones vigentes en Francia limitan su masa con pasajero a 330 kilogramos (550 kg en biplaza).
En resumen, lo que distingue a las diferentes clases de ULM es la experiencia de vuelo que te espera. Si varían ligeramente en potencia y velocidad máxima, te aseguramos que no te frustrarás a bordo de un pendular ni te aterrarás en el asiento de un autogiro. La pregunta que debes hacerte es si prefieres tener la nariz al viento y una vista panorámica de las nubes o cambiar las fuertes sensaciones de las ráfagas por el confort de la cabina de un multieje.
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