Inicialmente, agrupamos a los deportistas según tengan una discapacidad física o sensorial, por lo que hablaremos del grupo físico y del sensorial.

Es el primer grupo el que más requiere material específico para la práctica del esquí. Se divide, a su vez, en dos categorías: categoría de pie y categoría sentados.

Categoría de pie

A este grupo pertenecen personas con discapacidad en las extremidades superiores, inferiores o en ambas, sin importar la causa: amputación, parálisis, polio, etc.

Experiencias de esquí en España


Cuando las limitaciones están en los miembros superiores, lo más difícil es adaptarse al nuevo equilibrio. Habrá que compensar la falta del miembro o su movilidad y buscar el punto de equilibrio o ayuda necesaria para girar, ya que no es posible usar bastones.

Cuando la lesión afecta los miembros inferiores, podemos encontrarnos con amputaciones tibiales o femorales. En el primer caso, suele usarse material de esquí convencional sobre la prótesis (botas y fijaciones), junto con muletas que funcionan como estabilizadores, cuya punta tiene un pequeño esquí llamado técnicamente estabilos (outriggers).

En casos de lesiones mixtas (ej. amputación femoral en una pierna y tibial en la otra), el esquiador usará material convencional en una sola pierna. Es similar a cuando solo hay un miembro amputado, con la dificultad añadida de la falta de flexibilidad, rigidez y torsión de una pierna sana, al usar una prótesis.

También están quienes, sin perder un miembro, tienen deficiencia muscular que dificulta abrir/cerrar los esquís o evitar que se crucen. Para ellos existen dispositivos llamados sleders, que se colocan en las puntas y se unen con enganches para controlar la separación.

Esto facilita la apertura en cuña para girar. Si además tienen un sistema de corredera para subir/bajar las puntas, también permite levantar el esquí. En todos los casos, el esquiador lleva estabilos en las manos.

Estaciones de esquí en España

Categoría sentados

Incluye a personas con movilidad reducida grave por paraplejía, tetraplejía, doble amputación femoral o parálisis cerebral. Según el grado de lesión, se practica monoesquí o biesquí.
 

Monoesquí

Es la opción común para parapléjicos o personas con doble amputación femoral. También para quienes carecen de fuerza en piernas pero mantienen control del tronco y brazos.

Usa un asiento anatómico personalizado, montado sobre una estructura con basculante y suspensión de última generación que simula el movimiento de flexión-extensión de piernas. El esquiador lleva un par de estabilos que al inicio son la base del equilibrio; luego ayudan en giros y virajes.

Como indica su nombre, el monoesquí usa una sola tabla convencional, con fijaciones estándar o tornillería especial.


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Biesquí

Dirigido a personas con afectación grave, sin control del tronco y, en algunos casos, con poca movilidad en brazos.

Su construcción es similar al monoesquí, pero con centro de gravedad más bajo, asiento más alto para mayor sujeción y arneses superiores. La diferencia clave es que usa dos esquís parabólicos (similares a una tabla de snowboard partida en dos), con sistemas de balanceo para tomar cantos en curvas.

Los esquiadores llevan estabilos sujetos a las manos con cintas. En casos extremos, el biesquí incluye esquís laterales para apoyos y reducir volcamientos.