Estamos en el siglo XXI. Para muchos es el siglo de la mujer, en el que comienza a independizarse y a tener una vida más allá de limitarse a los "quehaceres domésticos". Los deportes de aventura son uno de los escenarios perfectos donde poco a poco las mujeres se abren paso y luchan por un espacio en un mundo que hasta ahora era dominado por los hombres.

El surf es uno de los deportes acuáticos que más ha evolucionado, pues hay registro de que se practica desde hace más de 500 años, aunque no fue hasta los años 50-60 del siglo pasado cuando se popularizó. Actualmente hacer surf se ha vuelto algo muy común y en casi todo el mundo podemos encontrar spots donde las olas tienen competidores muy recios.
La historia del surf ha sido y sigue siendo de lo más interesante. Siempre podremos encontrar muchos libros y artículos que lo documentan, escritos por expertos amantes de este deporte. Las mujeres no podían quedarse fuera de esta historia, aunque ha sido una lucha llena de obstáculos por la inevitable sociedad machista que ha predominado durante siglos.

De repente y sin saber cómo, en los años 60 comenzamos a ver en algunas playas mujeres subidas a una tabla de surf. Tuvieron que aguantar las críticas de los hombres, con quienes las comparaban, y pelearse más con ellos que con las propias olas.
Pero esa lucha quedó atrás y las mujeres empezaron a rebelarse contra la situación tradicional donde las playas estaban llenas de surfistas hombres. Y es que no se necesitan condiciones especiales para subirse a una tabla, aunque claro que mientras más ágil seas, en mejor forma estarás para surcar los mares.

Si tú eres mujer y también te gustaría surfear, no tienes tiempo que perder. Te recomendamos empezar con una mini-malibú, que es parecida a la longboard pero más chica. Como todo en la vida, cuando hayas alcanzado cierto nivel y controles la tabla hasta poder pararte e incluso agarrar algunas olas, será momento de cambiar y elegir una de nivel más avanzado, como las evolution.
Desde aquí te sugerimos que no lo pienses más, porque el surf es un deporte tan apto para hombres como para mujeres. También sería ideal que asistieras a alguno de los muchos eventos que patrocinadores como Rip Curl o Billabong organizan cada año, reuniendo así al mayor número posible de chavas surfistas. Toda ayuda es poca para promover esta práctica y apoyar a las mujeres que buscan hacerse un lugar en este ambiente.

Sé una de las muchas mujeres que cada día practican deportes de aventura y surfean las olas como cualquiera. ¡El deporte no entiende de géneros!