Deportes de riesgo



Intentar explicar por qué los deportes extremos atraen a un sector tan amplio de la población es como tratar de entender por qué hay gente que nos cae mal sin siquiera conocerla. Pero, para desgracia de "los de letras", la ciencia vuelve a aparecer con razones fundamentadas de por qué nos gustan tanto ciertas actividades riesgosas. 

Pero ¿qué hace que la gente se enamore de estas aventuras?

Nuestro cerebro, lo uses mucho o poco, está más allá del bien y del mal, y es él quien decide que nuestras emociones disfruten y el cuerpo libere ese extra de hormonas. Ojo, no te estamos diciendo que te conviertas en doble de Misión Imposible... hablamos de dar una explicación sólida a quienes no imaginan su tiempo libre en una cafetería. 

Para ellos y para quienes busquen respuestas fáciles, aquí están los motivos por los que nos gustan las actividades de riesgo, aunque sepas que podrías llegar a casa con más de un rasguño. 

Por qué nos gustan las actividades de riesgo (según la ciencia)

Por qué enganchan los deportes de riesgo

  • El ser humano necesita adrenalina. Está comprobado. Generar más en ciertas situaciones nos hace sentir capaces de todo. Nuestro cuerpo envía más oxígeno a las vías respiratorias para que se expandan, igual que las arterias, con el fin de bombear más sangre oxigenada a los músculos. Esta hormona, producida en las glándulas suprarrenales (ubicadas en los riñones), prepara cuerpo y mente para enfrentar estímulos externos, como los deportes extremos.
  • Hay muchos tipos de hormonas, pero aquí la endorfina (siempre acompañada de la dopamina y la serotonina) es la estrella. El cuerpo libera un extra de esta sustancia, llamada la hormona de la felicidad, que se produce después de la adrenalina. Ocurre en momentos clave: cuando te enamoras, comes algo delicioso, tienes sexo... ¡y claro, cuando practicas un deporte extremo! Pero el cuerpo se acostumbra, así que mientras más repetimos una actividad riesgosa, menos produce esta hormona y más queremos subir el nivel de emoción para alcanzar la felicidad plena. Además, la adrenalina nos prepara para combatir el miedo y superar retos.
  • Ya te lo decíamos: el cerebro es un dios en nosotros, y solo él puede hacernos liberar tensiones. ¡Cuidado! También es quien las genera, pero en este caso es increíble olvidarte de todo mientras haces esa locura que tanto querías intentar. 
  • No hace falta detallar los beneficios del ejercicio físico, pero si además implica un esfuerzo extra, la sensación después será inigualable. 
Esto solo a nivel científico, porque los beneficios de practicar con frecuencia o probar ocasionalmente un deporte/actividad de aventura extrema son incontables. Los más obvios están aquí, pero cada quien encuentra su "gancho" particular. 

  • Nos ponen a prueba. ¿Quién no ha pensado en saltar en paracaídas o descender un cañón y al final lo hace, demostrando (no solo a sí mismo) que no solo pudo, sino que lo disfrutó. 
  • Descubres lugares increíbles. La adrenalina puede encontrarse hasta en el metro, pero cuando ves un lugar al aire libre donde además vives ese subidón... tu retina jamás borrará esa imagen. 
  • Pongámonos millennials... subirás las mejores fotos a tus redes. No importa si prefieres Instagram o Tik Tok, cualquier actividad extrema fuera de lo común te garantiza "un chingo" de likes

Funanbulista extremo



Sabemos que hay mil razones más para probar y "reprobar" las locuras que dividen a la gente entre quienes harían un deporte de aventura sin dudarlo y quienes no quieren ni ver un documental de accidentes aéreos. 

Pero si lees esto, es porque estás en el primer grupo, y nosotros, fanáticos natos de las emociones fuertes, te damos la bienvenida a nuestra familia, ya sea que aprendamos de ti o viceversa. Y si buscas una nueva aventura para "aventarte" con los mejores profesionales del país, haz clic aquí para encontrar tu próxima dosis de "adrenalina al máximo". Lo mejor es no pensarlo mucho... 


Sentimientos reflejado en huevos