Actualmente, la disciplina ecuestre de la que más se habla en España es la doma clásica. Es lógico después de las dos pruebas de la Copa del Mundo (San Patrignano y Mechelen) ganadas por Beatriz Ferrer Salat, así como los resultados de nuestro equipo en Aachen, en el campeonato de Europa 2001 y en Sydney 2000.
Nicole Uphoff
No cabe duda de que las amazonas dominan: Beatriz Ferrer Salat, Isabell Werth, Ulla Salzgeber, Anky van Grunsven... Pero al hablar de amazonas, es imprescindible mencionar a Nicole Uphoff, quien fue, sin duda, la gran estrella de la doma clásica mundial entre 1987 y 1996, una época en la que no tuvo rivales.
Nicole fue posteriormente desplazada por su compatriota Isabell Werth, luego por Anky van Grunsven, y actualmente el trono lo ocupa Ulla Salzgeber.

Inicios tempranos y espectaculares que marcaron el camino
En 1987 ya fue campeona de Europa de Jóvenes Jinetes (Cervia) en individual y por equipos con Rembrandt, su gran caballo westfaliano hijo de Romadour, con el que logró sus triunfos más importantes. Ese mismo año dejó claro lo que sería su carrera deportiva al ganar también el Gran Premio y el Gran Premio Especial en Róterdam y Lausana.
Por entonces, la joven Nicole entrenaba con el Dr. Uwe Schulten, aunque más tarde lo haría con Klaus Blakenhol y Schulten Baumer, sin olvidar todo lo que aprendió del gran Harry Boldt, quien era el jefe del equipo alemán durante la época de los grandes triunfos de Uphoff.
Nicole y Rembrandt
La carrera deportiva de Nicole está indisolublemente ligada al gran Rembrandt, pues con él consiguió sus victorias más importantes, convirtiéndolo en el mejor caballo de doma de su época.
Rembrandt era un caballo castaño oscuro de gran clase, que demostraba en el cuadrilongo su elegancia, facilidad y gracilidad; nada que ver con la imagen de los potentes y poderosos caballos alemanes. Sin embargo, su excesiva clase, que lo diferenciaba, a veces le jugó malas pasadas a Nicole, cuando el caballo se distraía o buscaba excusas asustándose, quizá para liberar su enorme energía y potencia deportiva.

El currículum imbatible con Rembrandt
Como hemos dicho, Rembrandt fue el compañero de sus grandes triunfos. Aunque más adelante detallaremos su palmarés completo, cabe mencionar que ganaron 4 medallas de oro olímpicas en Seúl y Barcelona (por equipos e individual), los JEM de Estocolmo 1990 (por equipos e individual), los JEM de La Haya 1994 por equipos y plata individual, los campeonatos de Europa de 1989, 91 y 93 (por equipos e individual) y 95 (por equipos), múltiples victorias en Aachen... ¿Se puede pedir más?
Durante todos esos años, Nicole y su caballo eran los favoritos en las grandes competiciones, y el oro por equipos estaba prácticamente asegurado, pues formar parte del equipo alemán —y ella siempre lo estuvo— lo garantizaba.
En Barcelona 92 dieron una lección
En Barcelona 92, su "compañera de equipo" Isabell Werth, en la Final Individual, obtuvo una puntuación de 1.626 con Gigoló, y muchos creyeron que ganaría, pues su actuación fue excepcional. Pero Nicole Uphoff, en una de las mejores ejecuciones de todos los tiempos, sumó 1.626 puntos y se llevó merecidamente la medalla de oro, con Rembrandt, que parecía consciente de que competía en los Juegos Olímpicos y no estaba dispuesto a ceder el trono ante el poderoso, pero menos grácil, Gigoló. Quedó claro: Nicole y Rembrandt eran los mejores.
Comienzan los problemas de Rembrandt
El primer problema surgió cuando el caballo se lesionó durante la ceremonia de clausura de Aachen 1993, año en que Nicole logró sus clasificaciones con Grand Gilbert. Más tarde se recuperaría y conseguiría en los JEM de La Haya 94 el oro por equipos y la plata individual, pero ese mismo año, tras ganar el Gran Premio Especial de Steinhagen, volvió a cojear por una lesión más grave.

Como es lógico, Rembrandt recibió la mejor atención veterinaria, y en 1995 ganó el Gran Premio Especial de Bad Salzuflen, el Gran Premio de Aachen, el Gran Premio y Gran Premio Especial German Masters de Stuttgart, y el campeonato de Europa por equipos en Borbet Mondorf.
En 1996, se rumoreaba mucho que el animal no estaba bien. Ese año, Nicole compitió más con Sir Lennox, pero con Rembrandt participó en el campeonato nacional alemán, quedando en 3er lugar. En Aachen ganó por equipos, aunque fue 4ª en el Gran Premio y Gran Premio Especial, y 5ª en la Kur. Gracias en parte a Otto Becker, entonces su esposo, logró ser seleccionada para Atlanta 96.
La selección de Nicole con Rembrandt para Atlanta generó mucha polémica. Se decía que el caballo no estaba en condiciones. Muchos afirmaban que estaba lesionado, pero los responsables confiaron en el mejor caballo de los últimos tiempos y lo llevaron a competir en la justa olímpica.
En el Gran Premio quedaron novenos con 70.04%, y en el Gran Premio Especial, octavos con 73.02%. Era evidente: Rembrandt no estaba bien. La expresión de Nicole al salir del cuadrilongo dejó claro su descontento. Luego, el caballo no pasó el examen veterinario para la Final. ¡Cuánta gente lo presenció! ¡Cuántos comentarios! ¡Cuánta presión!
Pero el jurado fue justo. Aunque su decisión fue dura y dolorosa, estaba claro que actuaron con rectitud. Sin duda, la lesión de Rembrandt afectó su desempeño los dos días previos, e incluso de haber llegado a la Final, nunca hubiera podido vencer al hannoveriano Gigoló, que demostró su fuerza, potencia, movimientos excepcionales y salud. Cuatro años después, en Sydney, Bonfire de Anky se vengó de Gigoló y lo derrotó, imponiendo una vez más la gracilidad sobre la fuerza.
En 1997, Uphoff logró triunfos con Sir Lennox y Plaisir d'Amour. Era evidente que Rembrandt estaba lesionado. Un año después, lo retiraría de la competición.

Nicole se retira de la alta competición
En 1998, Nicole se mudó de Varendorf a Vorwerk y luego a Vechta con su pareja, el jinete de salto neozelandés Trevor Morgen. Allí se dedicó a montar a River Bleu, Ephedra, Friedenfurt y Futurus, pero la época de competición de alto nivel de la gran estrella alemana había terminado. Nicole sabía que encontrar otro Rembrandt era imposible. Ya lo había ganado todo. Solo se sentía cómoda con el triunfo. Eso sí, aunque se retiró, dejó un legado que hizo disfrutar a todos los amantes de la buena equitación.
Que esta discreta biografía sirva también para honrar a Rembrandt, pieza clave en la gran carrera de Nicole Uphoff, quien también hizo disfrutar, y mucho, a los amantes de los buenos caballos, donde la clase es, sin duda, su principal cualidad.