Una excursión a caballo es justo lo que necesitas para relajarte. Si eliges un pura sangre será una experiencia aún más inolvidable.
Los pura sangre ingleses descienden de tres caballos
Las carreras de caballos existen desde tiempos inmemoriales, pero la creación del pura sangre inglés data de finales del siglo XVII. Esta raza proviene de tres caballos: el turco Byerley y los árabes Darley y Godolphin.
Byerley debía su nombre a su dueño, el coronel Byerley, quien lo había tomado de los turcos en la batalla de Buda y después de usarlo como caballo de guerra, al retirarse, lo llevó a Inglaterra y lo cruzó con yeguas locales. El bisnieto de Byerley fue Herod, que tuvo potros que ganaron 1,042 carreras y un hijo de este, Highflyer, tuvo hijos que ganaron 1,108 carreras.

El árabe Darley también llegó importado a Inglaterra y fue padre de Flyng Childers, el primer gran caballo de carreras en plena aceptación del término. Un hermano de Flyng, llamado Bartlet's Childers fue el tatarabuelo de Eclipse, el caballo de carreras más importante de todos los tiempos.
Eclipse invencible
Eclipse fue criado en 1764 por el duque de Cumberland, el mismo que había criado seis años antes a Herod. Eclipse fue invencible. Ganó las 26 carreras en las que participó. Las carreras entonces eran de aproximadamente 6,400 m, y se montaban con 76 kg. En una de las carreras, Eclipse adelantó a sus rivales en tres cuartas partes de la distancia.
Eclipse engendró 344 ganadores y quizás el más famoso fue St.Simon, ganador de la Copa de Oro de Ascot en 1884. De él desciende también Ribot, ganador de dos Arcos del Triunfo.

De Godolphin a América
En 1792, Godolphin fue llevado a Inglaterra por Edwar Coke, quien según cuentan lo encontró en París jalando un carro. Descendiente directo de Godolphin es el gran Matchen, que al igual que Herod y Eclipse marcaron las tres líneas del pura sangre inglés. Descendiente también de él es Man O'War, que fundó la línea más importante de Norteamérica.