Entre uno de los deportes de aventura más antiguos, fue admirado y respetado en todos los países donde compitió, donde además su carrera profesional e incluso su vida personal siempre fueron seguidas con gran expectación. Aunque hoy en día ya está retirado, en cualquier conversación entre aficionados a los caballos de carreras, Lester y su fusta siempre salen a relucir. Vamos a contar su historia.
Su nacimiento e infancia
Nació el 5 de noviembre de 1935 en el seno de una familia que, por línea paterna, tenía tres generaciones involucradas en el mundo de las carreras, destacando triunfos en el Grand National. Su madre, Iris Rickaby, fue ganadora en su época de la única carrera abierta a hombres y mujeres; Fred Rickaby, su padre, había ganado los Oaks con Canterbury Pilgrim.

Lester, el aprendiz
Desde su debut a los 12 años, Lester tuvo que iniciarse en esta exigente actividad, levantándose a las 6:30 a.m. para ir a las cuadras y montar en los entrenamientos. A partir de las 8:30, llevaba la vida normal de un estudiante. Con apenas 14 años, ya se proclamó campeón de aprendices, al lograr 52 victorias en 404 montas.
La primera victoria en un "clásico"
Su primera victoria en un clásico llegó en el Derby de Epsom de 1954 con Never Say Die, un caballo con apuestas de 33/1. Tenía solo 18 años.
Días después, sufriría la suspensión más grave de su carrera, cuando los comisionados le retiraron la licencia por 6 meses por una monta peligrosa sobre Gordon Richards, el jockey más laureado de la historia. Por esta suspensión, Lester no pudo guiar a Never Say Die en la fácil victoria que el caballo lograría en el St. Leger, la tercera joya de la Triple Corona.
Piggott se une al entrenador Noel Murless
La suerte de Piggott, que había empezado a subir de peso alarmantemente, cambia bruscamente a su favor. Los comisionados revisan su sanción, que es levantada definitivamente en octubre; Gordon Richards, su teórico gran rival, sufre una caída que lo retirará definitivamente de la profesión, después de 35 temporadas activas, con 26 títulos.
Noel Murless, entrenador con un historial ganador, le propone a Piggott firmar para montar sus caballos. Será una relación que durará 12 años.
Crepello, la Reina y el Aga Khan
Hasta 1957 no volvería a ganar un clásico. Será con Crepello, ganando las Guineas y luego el Derby. Dos días después, logrará en los Oaks su primer triunfo clásico para la Reina de Inglaterra. En 1959, llevará otra famosa chaquetilla: la del Aga Khan, a la doble victoria clásica en Guineas y Oaks. También ganará su primer clásico fuera de las Islas: el Derby alemán montando a Orsini.
Gana el título
Su primer título como líder de la estadística de jockeys llega en 1960, coincidiendo con los triunfos de St. Paddy en el Derby y St. Leger, año en que también se casa con Susan Armstrong, hermana de Robert, quien luego será entrenador de Moorstyle, uno de los caballos que Piggott más recuerda.
Los problemas con la báscula
Los siguientes 3 años son grises. Sus problemas con el peso se agravan y en ocho ocasiones no estará en la salida de los clásicos. Su carrera parece en juego, y decide cambiar sus tranquilas vacaciones en las Bahamas, tras el parón invernal, por la frenética actividad de montar esos meses en América, Australia, Sudáfrica, Hong Kong y Singapur.

Los domingos en Inglaterra los aprovecha para montar en el continente. En uno de ellos, establecerá en Milán el récord de apuesta menos retribuida del mundo: apostar 10,000 para ganar 10,001.
Sir Ivor, el caballo favorito de Lester Piggott. Ives St. Martin, su gran rival
Entre 1964 y 1971, logrará ocho títulos consecutivos y triunfará con Sir Ivor (su caballo predilecto) en el 68; y la Triple Corona con Nijinsky en el 70, encadenando 11 victorias seguidas, rotas en el Arco de Triunfo, donde Ives St. Martin le gana sorpresivamente con Sassafras. La derrota es un trauma para sus responsables y la afición inglesa. Nijinsky es considerado por muchos el Caballo del Siglo, propiedad de Charles W. Engelhart, el Rey del Platino.

El "sir" de las amas de casa inglesas
No se someterá a ningún contrato entre 1967 y 1974, pese a iniciar su relación con Vincent O'Brien. Su capacidad de elegir el mejor caballo en cada carrera disparará sus estadísticas y reforzará su credibilidad entre las amas de casa inglesas, que apostarán masivamente por sus montas, convirtiéndolo en un fenómeno social. En 1975, Piggott recibe la Real Orden del Imperio Británico, que le otorga el título de Sir.
Rheingold y el ansiado "Arco de Triunfo"
Con sus victorias en el Derby, iguala primero a Roberto y luego supera con Empery el récord de triunfos de Jem Robinson y Steve Donoghue. En 1973, con Rheingold, se quita la espina del Arco de Triunfo, donde antes sus caballos habían sido derrotados ¡cuatro veces!, todas por menos de un cuerpo: Ribocco, Sir Ivor, Park Top y Nijinsky, entre 1967 y 1970.
El doblete con Alleged. El recuerdo de Ribot
Con la victoria de The Minstrel en el Derby del 77, defendiendo los colores de Robert Sangster, se cierra el tándem O'Brien-Piggott. Cinco victorias en el Derby, todas con caballos comprados por O'Brien en América. Su visión fue clave en un mercado con otros fines. Compró ejemplares que cumplieron el sueño de ambos lados del Atlántico: ganar el Derby. Su unión aún dará frutos con Alleged, ganando dos Arcos consecutivos, algo que nadie lograba desde Ribot.
Años difíciles
Tras estos éxitos, viene una sequía. Tres años sin logros importantes. Termina su contrato con Robert Sangster y firma con el joven entrenador Henry Cecil. Al inicio de esa temporada, sufre una caída que casi le cuesta grave y requiere cirugía plástica en una oreja. A los 45, muchos pronostican su final.
Vuelve el genio
Una semana después, gana las 1000 Guineas con Fairy Footsteps, luego los Oaks con Blue Wind y, tras 9 años, vuelve a liderar la estadística.
Al año siguiente, con Teenoso, lleva a nueve su récord de Derbys ganados y culmina con 188 victorias su 11° título.

Un año después, logra doblete en clásicos con Circus Plume y Comanche Run. Esta última victoria, en el St. Leger por un cuello, alarga su leyenda: 28 triunfos en clásicos británicos, superando el récord de Frank Buckle (157 años).
Con Shadeed en las 2000 Guineas, añade otro hito.
Piggott rechaza montar la yegua de Wildenstein en el "Arco"
Cecil acumula poderosas cuadras, lo que obliga a Piggott a elegir entre varios ejemplares en carreras importantes.
Su relación con Daniel Wildenstein ya estaba deteriorada. La ruptura llega cuando Lester elige montar a Awaasif en el Arco del 83, en lugar de All Along, de Wildenstein. A finales del 84, Cecil y Piggott terminan.
El dueño de la velocidad en la cárcel
Ganancias no declaradas dañan su relación con Hacienda. Al año siguiente, es encarcelado por evasión fiscal. Recobra la libertad tras meses en prisión.
En 1995, a los 59 años, se retira con más de 5,000 victorias.

La dureza de Lester, ¿verdad o ficción?
Sobre su carrera excepcional, pesa la fama de haber logrado resultados más allá de los límites de sus caballos. Esa fama, cierta o no, se alimenta de ejemplares que, con otros jinetes, no volvieron a su nivel.
Si verificamos sus actuaciones en España, donde ganó nuestros Oaks con Delfica, el Gran Premio de Madrid con Toté y un hándicap importante con Gebey, confirmaríamos lo exigente de sus montas. Solo Maspalomas, ganador del Derby, mantuvo después un historial destacado.
El galope, el equilibrio y el triunfo
Piggott tuvo detractores: por montar corto, ser taciturno o materialista. Pero todos coinciden en su habilidad para adaptar su centro de gravedad al galope de su caballo. Un virtuoso del equilibrio, cuyas estadísticas parecen insuperables.