
¡Es temporada de deportes de invierno! Cuando hablamos de esquí, tablas y fijaciones, términos como "flex" o "flotante" pueden sonar familiares, pero ¿sabemos realmente de qué se trata? Sería seguro afirmar que la mayoría no tenemos idea. Este artículo revelará la tecnología "flotante" en fijaciones y describirá algunos de los mejores productos del mercado.
El problema de las fijaciones clásicas
Cuando se diseñaron los esquís, se asumió que la parte central restringida por la fijación sería rígida debido a la interacción con la bota.
Esto se entiende al imaginar el esquí mismo. Cuando no está en uso, la distancia entre punta y talón equivale al largo de la bota, pero si arqueamos el esquí en semicírculo, la parte bajo la fijación se reduce. Al esquiar, esta zona queda ocupada por la suela de la bota, impidiendo que flexione libremente.
Con esta técnica tradicional, un problema común son los puntos de tensión en los resortes que impiden liberar las fijaciones correctamente en emergencias. Con el carving, buscamos usar toda la tabla en el giro, para lo cual se requiere una fijación flexible.

Fijaciones "flotantes"
Para quienes tienen conocimiento técnico, la diferencia es clara: una fijación normal tiene dos puntos fijos, mientras que una flotante tiene un punto fijo y otro móvil (generalmente el talón), creando espacio para la bota.
Se regula mediante presión. Al aumentar la presión al flexionar el esquí, la fijación detecta el cambio y se ajusta progresivamente, volviendo a su posición original al disminuir la presión.
Cabe destacar que estos sistemas son pasivos, es decir, no influyen activamente en el comportamiento del esquí. Esto es crucial, pues la mayoría de fijaciones de gama media/alta suelen ser elementos superpuestos que afectan el rendimiento. Ejemplos: Power Select de Tyrolia, Selective Control de Marker o Propulse de Salomon.
Sin duda, todas las fijaciones de gama media/alta usan montaje flotante. Hemos seleccionado tres sistemas por su importancia histórica y/o tecnología avanzada.

Tyrolia Freeflex®
Este sistema (lanzado hace más de una década) fue pionero en unir talón y punta para regular la distancia mencionada. Aunque modelos recientes incluyen mejoras (Freeflex® Pro, Power Select), el sistema mantiene su esencia y sigue dando resultados excepcionales.
Salomon Pilot
Estas fijaciones fueron una revolución en la temporada 2000-2001. Además de instalarse sin herramientas, es uno de los sistemas que menos interfiere con la flexión natural del esquí. La razón: mientras una fijación convencional usa 7-8 tornillos, las Pilot solo usan dos pasadores, evitando daños al núcleo y eliminando zonas rígidas.
Völkl Motion
De las mejores fijaciones disponibles. Su sistema iPT Wideride ofrece un área de contacto solo 30% mayor que las convencionales. Además, el punto de anclaje está más cerca del canto, permitiendo al esquiador transmitir fuerza con mayor precisión y mejor agarre en curvas.
En colaboración con Marker, Völkl Motion ofrece fijaciones que no requieren tornillos. Se montan sobre guías integradas al núcleo del esquí y se ajustan manualmente a una pieza central. El resultado es un conjunto ligero que no interfiere con el rendimiento.

Desventajas
Como en todo, no todo son ventajas. El primer problema es la exclusividad: estos sistemas requieren estructuras integradas en los esquís, limitando compatibilidades. Para algunos, esto puede ser ventajoso al simplificar la elección.
La segunda desventaja es el mayor costo, ya que no es posible montar fijaciones viejas (o no tan viejas) en esquís antiguos, siendo el precio un factor clave para disfrutar este deporte.

La tendencia del mercado ha favorecido las fijaciones integradas, mejorando el rendimiento del conjunto. Además, casi todos los fabricantes de esquís también producen fijaciones, asegurando mejores ventas y simplificando el doloroso proceso de elegir equipo.