Algunas pistas de esquí, a más de 3,000 metros, garantizan buena calidad de nieve desde noviembre hasta mayo. Es la estación más alta de Los 3 Valles, el área esquiable más grande del mundo con 600 km de pistas, 200 remontes y 25 picos de montaña.
El dominio esquiable
Actualmente, Val Thorens ofrece a los esquiadores menos avanzados numerosas pistas para practicar su técnica, a diferencia de otras estaciones donde escasean las zonas para principiantes y se forman largas filas en los remontes que llevan a las pistas más sencillas. Entre las pistas más fáciles destacan: Chalets, Moraine, Genépi y Gentiane, a las que se accede por los telesillas de Deux Lacs, Moraine y Moutière.

A estas se suma Plein Sud, a la que se llega mediante el teleférico del mismo nombre, ideal para empezar a esquiar. Para esquiadores con niveles intermedios hay muchas pistas recomendables como: Christine, Col, Fond 2, Mauriennaise, Col de Laudzin, etcétera. Los expertos en esquí que buscan mayor riesgo no deben olvidar La Combe de Caron, La Combe de Rosaël, Marielle Goitschel y las pistas Arolles. Aunque no es común hacer grandes filas en los remontes, dada la diversidad de pistas, Val Thorens cuenta con remontes modernos con capacidad para mover mucha gente rápidamente. Los arrastres son un poco más lentos, pero tienden a desaparecer.
Val Thorens ofrece grandes panorámicas debido a su altitud. Sin embargo, la zona más impresionante es la Cima de Caron, considerada una de las mejores vistas de Europa, desde donde se pueden ver los Alpes franceses, suizos e italianos. El acceso a este punto de la estación (3,200 metros) es mediante un gran funicular, lo que permite la visita a todos los esquiadores, pues si no están preparados para esquiar por las pistas rojas que parten de aquí, pueden regresar a cotas más bajas en el mismo transporte.

Otra de las zonas más impresionantes de la estación es el Glaciar de Peclet (2,930 metros), donde se puede esquiar durante el verano, y desde donde se aprecia la otra cara de los Alpes. Se recomienda ir bien abrigado, aunque hay una pequeña cabaña donde se puede comer y entrar en calor.
De visita obligada, para personas con nivel medio de esquí, es la excursión de Los 3 Valles. Para realizarla se necesita un día completo y el recorrido incluye: Val Thorens- Les Menuires- Méribel- La Tania y Courchevel. Consiste en esquiar de un valle a otro, en lo que se considera el mayor dominio esquiable del mundo. Para ello se requiere el forfait de Valthorens y pagar un suplemento para acceder a los demás valles ese día. Puede hacerse por cuenta propia o uniéndose a las excursiones guiadas por la Escuela de Esquí.
Val Thorens, en sus 140 km de pistas, permite practicar diversas modalidades de esquí: snowboard, snowblade, skwval, telemark, raquetas de nieve, big foot, esquí de fondo, esquí con bicicleta, entre otros. Además, hay diversos itinerarios para practicar fuera de pista, zonas con recorridos trazados y seguridad garantizada, pero sin mantenimiento. Entre estas áreas destaca una pista paralela a la Cima del Caron, Col de Pierre Lory y Pointe de la Masse.

También es posible contratar bajadas guiadas por instructores. El esquí de fondo también tiene su espacio aquí, aunque para esta actividad se recomienda la estación de Les Menuires, que tiene más kilómetros de pistas para esta práctica. Igualmente, esta estación es más adecuada para paseos con raquetas, ya que cuenta con numerosos senderos. Les Menuires colinda con Val Thorens, pero está a menor altitud. Ambas pertenecen al pueblo de San Martín de Belleville, pero se accede con distintos forfaits. Estos son más caros que en España, pero sin grandes diferencias. También existe la opción de rentar trineos.
En cuanto a clases, hay instructores para todas las modalidades de esquí y pueden contratarse tanto en la Escuela de Esquí Francesa, con 170 profesionales, como en la Internacional, y pueden solicitarse en el idioma deseado. Los precios son similares a los de España y se imparten en grupo o individualmente.
Después de esquiar
A las 16:45 cierra el último telesilla de la estación, pero hay muchas actividades para después de esquiar. Casi todas se concentran en el Centro de Deportes que, con 9,000 m2, es el más grande de los Alpes. Ideal para ejercicio y relajación, cuenta con alberca, sauna, jacuzzi, canchas de squash, ping-pong, tenis, etcétera. También incluye un parque infantil para niños de 2 a 6 años.

Pero hay otras alternativas de entretenimiento como excursiones en motonieve por las pistas (de 17 a 22 horas), paracaidismo, cine, patinaje sobre hielo... Los paseos por la tarde también son muy agradables ya que Val Thorens es una estación con tráfico restringido y estacionamientos controlados, lo que garantiza la seguridad de peatones y esquiadores que acceden a las pistas desde sus hoteles y departamentos. Los jueves son imperdibles los conciertos de música clásica y jazz que ofrece la Asociación Musical, gratuitamente, en la iglesia.
Tampoco está de más, tanto por la tarde como por la noche, visitar las cervecerías de la zona. Allí se puede tomar una copa o probar el genepi, el licor típico de la región, muy fuerte para el paladar, pero ideal para las bajas temperaturas. En enero y febrero, en el centro de Val Thorens, las temperaturas no superan los 5 grados.
Cuando llega la hora de cenar, hay muchos restaurantes para satisfacer el apetito. Las especialidades de la zona (comida savoyarda) son: la fondue (de carne o queso), la raclette (medio queso que se derrite) y la tartiflette (una base de papas, tocino y cebolla con queso gratinado).

Si no domina el francés no hay problema, pues todos hablan inglés y, en algunos lugares, español. Es el caso, entre otros, de la tienda de esquí Goitschel Sport. Para cualquier duda está la Oficina de Turismo, ubicada junto a la Escuela de Esquí de Francia, donde también atiende una chica española llamada Nerea. En caso de necesitar cambiar divisa, el mejor tipo de cambio está en la Oficina de Correos, ubicada en el mismo lugar.