Desde hace algunos años el mundo del karting ha crecido sin parar: hay nuevos circuitos, más y más empresas y una gran cantera de jóvenes pilotos que desde los 7 años están aprendiendo a manejar un kart.

Fernando Alonso ha tenido mucho que ver en esto. Desde muy pequeño aprendió a manejar el volante de manera increíble y con el tiempo creció tanto físicamente como a nivel profesional. Dejó de ser aquel niño que soñaba con autos de carreras para convertirse en uno de los más grandes de la Fórmula 1 a nivel mundial.


El sueño de niño se hizo realidad

Su carrera profesional ha ido creciendo y junto con las victorias que ha logrado, ha surgido un nuevo fenómeno: La Alonsomanía. Desde 2001 cuando comenzó en el equipo Minardi y poco a poco se dio a conocer, hasta su paso por Renault, donde consiguió sus mayores éxitos, los ratings de televisión han ido en aumento gracias a la expectación que generaron sus triunfos.

Asimismo el sector comercial ha sido uno de los principales beneficiados, ya que supieron explotar el poder de una imagen, el poder de una marca. No sólo encontramos productos relacionados directamente con Fernando Alonso en el mundo de la Fórmula 1, como playeras o gorras. Uno de los productos más recientes que salieron a la venta son botellas de vino. Incluso lo hemos visto anunciando vehículos para particulares de su escudería (hasta hace poco, seguía siendo Renault).

Alonso se ha convertido en una imagen de marca


Hoy es un ídolo de masas, no sólo entre los apasionados de este deporte, sino también entre los más pequeños, que lo ven como un héroe a seguir.

Madres y padres están cada vez más interesados en introducir a sus hijos en este mundo, preguntando por academias y haciendo cuentas con empresas. Todo para que sus hijos hagan lo que más les gusta; todo para que sus hijos sueñen con ser Fernando Alonso.