Ubicación geográfica

Las zonas de arrecifes más importantes del Océano Índico se concentran principalmente en su parte occidental y están separadas por fosas marinas amplias y profundas. Desde el sur de India hasta la gran isla de Madagascar, encontraremos un verdadero collar de archipiélagos e islas, de belleza inimaginable.

Una de estas extraordinarias formaciones de arrecifes la crea un magnífico archipiélago madreporico: las Maldivas, que surge a 400 kilómetros al oeste de India y se extiende 2,000 kilómetros hacia el sur, hasta el archipiélago de Chagos.

Espectacular fauna


Islas de aventureros y comerciantes

Estas fantásticas islas se engarzan como un collar de esmeraldas en el extraordinario azul del mar que las rodea. Sus encantos quedaron registrados en las crónicas de aventureros y comerciantes que, al bordear las costas del sur de India en su travesía hacia Oriente, llegaban a sus playas. Hoy, las blancas velas latinas que guiaron a estos pioneros se han transformado en las alas de poderosos gigantes metálicos que, casi milagrosamente, aterrizan en pistas construidas sobre arrecifes de coral, ante la falta de islas con suficiente longitud para recibir grandes aviones.

Sobrevolar las Maldivas es una experiencia que solo supera la aventura que nos espera bajo sus aguas. Sobre la superficie del mar, de un azul profundo y bellísimo, se extiende por casi 1,000 km una muestra única de atolones en distintas fases de desarrollo. El término "atolón" proviene del idioma local y alude a su disposición en forma de corona circular. Cada una era un sultanato independiente, un "atolu" gobernado por un soberano llamado "atoluveri".

Protagonista de cientos de documentales


Los principales atolones

Malé, Ari, Kolumadulu, Tiladumati y Suvadiva (que con 80 km de diámetro y 2,240 km² es el atolón más grande del planeta) son algunos de los 16 grandes atolones del archipiélago. Son estructuras antiguas, con lagunas internas conectadas al océano mediante numerosos canales que rompen el anillo arrecifal, llenas de pequeños atolones jóvenes -algunos aún sumergidos, otros perfectamente circulares- que encierran lagunas color esmeralda. Entre ellos emergen decenas de islas verde intenso, rodeadas por deslumbrantes anillos de arena blanca.

Profundidades ricas en especies marinas


Bajo la superficie marítima intuiremos rápidamente que estamos en uno de los arrecifes más ricos del planeta en diversidad de especies. Corales y peces están ampliamente representados. Los atolones maldivos son como grandes ciudades en medio del desierto.

La sorprendente variedad de relaciones entre sus habitantes y su entorno supera, quizá, incluso la compleja infraestructura de una gran ciudad moderna. En ambos casos, sus pobladores han creado estructuras que transformaron radicalmente el paisaje original.

Maravillas hundidas


En los años 70 comenzó a desarrollarse un turismo incipiente en busca de tranquilidad y zonas de buceo vírgenes. Veinticinco años después, Maldivas se convirtió en destino turístico de primer nivel, perdiendo el encanto virginal de antaño. Hoy hay pequeñas islas convertidas en complejos hoteleros para todos los gustos y presupuestos. Lo mismo ocurre con los numerosos barcos de buceo que ofrecen vida a bordo con calidad variable según lo que estemos dispuestos a pagar.

Cuándo ir


La mejor época para visitar es de diciembre a abril (temporada seca), cuando hay mejores condiciones climáticas. Aunque especies como el tiburón ballena y mantarrayas son más abundantes de agosto a noviembre, cuando hay mayor concentración de plancton. Generalmente, las aguas mantienen buena temperatura y visibilidad casi todo el año.


¿Cuándo irás a las Maldiva?



Las dos opciones para bucear en Maldivas son:

  • Desde tierra, hospedándote en uno de los muchos hoteles disponibles, haciendo 2-3 inmersiones diarias cerca de tu ubicación. Los traslados en barco no suelen exceder una hora.
  • La opción más recomendable para buzos apasionados es un crucero, que permite explorar varios atolones y alcanzar los mejores sitios de buceo. Recomendamos ir de octubre a noviembre (incluso hasta el 10 de diciembre), cuando es común avistar tiburón ballena.