Cuando vas a emprender una experiencia de buceo, tendrás que preparar todo correctamente. Pero si tienes dudas sobre qué llevar, no te preocupes porque nosotros te diremos lo que no puede faltar en uno de los elementos más importantes: ¡el botiquín!
¡Recuerda, no lo olvides en tus viajes!
Es cierto que el equipo de buceo ya es bastante voluminoso por sí solo como para estar cargando con más "cosas". Pero es más cierto aún que si algo no llevas, será sin duda lo que más te haga falta. Piensa en el equipo: si no llevas tanque... hay que navegar en superficie; si se te olvidó la brújula... casi no hay visibilidad; te pusiste el traje de 5 milímetros... y hay una termoclina a 14 grados; vas equipado para macro... y aparece un pez luna, etc. El buceo requiere un equipo parecido al necesario para ir al espacio.
Por eso, cargar con algo tan importante como un botiquín con lo más indispensable para "arreglarnos" puede ser muy útil. Claro, quizá sea innecesario para bucear cerca de casa en nuestro centro habitual (ellos deben tener botiquín con equipo de oxigenoterapia). No será lo mismo si vamos a bucear por nuestra cuenta en nuestro barco o desde una zona costera alejada de servicios médicos. Y se vuelve indispensable en viajes a destinos tropicales o cruceros por países con poca infraestructura médica.
Con él, podremos atender la mayoría de los pequeños accidentes que pueden ocurrir, recuperarnos de algunos malestares o mejorar nuestro estado para bucear.
Como cualquier actividad que se realiza en la naturaleza, hay una serie de factores para los que hay que estar preparado. El sol, picaduras de insectos, pequeñas heridas o cortes, mareo, heridas por contacto con seres marinos, problemas digestivos y congestión nasal, entre otros, son algunas de las molestias que pueden hacer que nos quedemos en tierra.
El botiquín solo sirve para aliviar pequeñas molestias, en ningún caso sustituye el diagnóstico y tratamiento del personal médico ante cualquier malestar. Pero cuando no tenemos acceso rápido a atención especializada, puede sernos muy útil.
Preparación del botiquín
Antes que nada, será mejor que nos dejemos asesorar por un médico, él nos recomendará llevar solo lo más práctico, que se resume en aquellos elementos que sirven para tratar los problemas más comunes. Recuerda que no es una farmacia portátil, pero sí será de gran ayuda contar con un manual de primeros auxilios dentro para consultar en caso de duda.
Las dimensiones del botiquín serán reducidas para que sea fácil de transportar. Adentro encontraremos los medicamentos y fármacos que sean necesarios y, por supuesto, revisaremos frecuentemente la fecha de caducidad de los elementos y como te sugerimos que anotes en las cajas para qué sirve cada producto, la dosis, posibles incompatibilidades, y... Claro, no perder las indicaciones.
Dependiendo del destino, debemos adaptar el contenido del mismo. Para ello, consideraremos la temperatura, clima, especies animales de esos lugares, calidad del agua potable, acceso a servicios médicos, etc. Como todo lo que esté cerca del agua de mar, es mejor que esté guardado en una caja o maletín hermético.
Componentes del botiquín de buceo
A continuación, te damos una lista de diferentes elementos y medicamentos que serán más que fundamentales tener en nuestro botiquín. ¡No te agobies! Es mejor prevenir que lamentar.
- Material antiséptico. Productos para desinfectar cualquier herida, corte o pinchazo. Jabón neutro, alcohol, agua oxigenada, yodo...
- Guantes, gasas esterilizadas, tijeras, agujas, pinzas para extraer algún cuerpo extraño clavado, como, por ejemplo, púas de erizos.
- Un frasco de vaselina para aplicar sobre las púas de erizo que no puedan extraerse con pinzas.
- Vendas, algodón, curitas y esparadrapo.
- Medicamentos para el mareo. Pastillas, chicles...
- Productos para tratar las quemaduras solares. Cerca del Ecuador son indispensables.
- Medicamentos antidiarreicos. La calidad del agua potable suele ser muy baja en algunos lugares del mundo. La mejor prevención es beber agua embotellada abierta por uno mismo. No consumir bebidas con hielo, ni fruta lavada con agua del grifo.
- Analgésicos. Desde un dolor de muelas hasta un esguince o el clásico dolor de cabeza.
- Loción para las picaduras de insectos.
- Amoníaco y vinagre. Picaduras de medusas, anémonas y otros "animalitos venenosos".
- Corticoides y antihistamínicos para las picaduras de peces con venenos más potentes, como los escorpénidos; y el pez león o el pez piedra, en mares tropicales.
- Antibióticos de amplio espectro para cualquier infección que pueda presentarse.
- Medicamentos de uso tópico para los oídos; para infecciones por humedad o bacterias.
- Bolsas de frío muy útiles para traumatismos.
- Algún recipiente para calentar agua, ya que la mayoría de los venenos de animales marinos tienen sustancias termolábiles, cuya potencia disminuye si sumergimos la zona en agua lo más caliente que toleremos. El hielo también sirve en estos casos.
- Un vial de anestésico local (Scandicain 2%) y una jeringa con aguja de insulina para infiltrar en la zona del pinchazo de una araña de mar o algún escorpénido, ya que el dolor es muy intenso y estaría indicado como primer tratamiento. Aquí surge un problema legal ya que por vía parenteral no se puede administrar ningún medicamento si no se es personal médico, pero es conveniente llevarlo porque en el grupo puede haber algún médico que no traiga botiquín.
- Cánulas (tubos de plástico de distintos tamaños) para realizar respiración artificial.
Sé precavido y recuerda la segunda ley del buceo: "Cualquier cosa que se te haya olvidado, la necesitarás seguro". La primera es: "Si algo se puede romper o perder, sucederá".
